La marchadora peruana Kimberly García vuelve a ganar y es la primera atleta con dos oros en el Mundial de Oregón
Las españolas Raquel González y Laura García-Caro fueron quinta y sexta respectivamente
El drón con las cámaras que graban la prueba zumba como una mosca en el cielo mientras la peruana Kimberly García (Huancayo, 28 años), dice en Oregón que la jefa de la marcha es ella. Una semana después de su victoria en la prueba de 20 kilómetros, la joven vuelve a hacerse con un oro. Y se le acumulan los hitos. Son las dos primeras medallas en la historia de los mundiales de atletismo para Perú. Es la primera en repetir triunfo en lo que llevamos de mundial de Oregón. Y la primera latinoamericana en obtener dos preseas en un mismo campeonato del mundo.
Nacida a más de 3.200 metros sobre el nivel del mar, donde el oxígeno es más escaso y el cuerpo se habitúa a hacer más con menos, García dice haber cuidado especialmente el descanso y la nutrición durante estos días para recuperarse del esfuerzo de su primera carrera. En ningún momento de los 35 kilómetros da sensación de fatiga la sudamericana, que desde bien pronto se escapa con la polaca Katarzyna Zdziebło y la china Qieyang Shiejie, las mismas dos rivales que le acompañaron en el primer podio de Eugene.
Pronto se comprueba que el intento de la asiática por seguirlas responde más a la voluntad que a las fuerzas. Y desde el kilómetro cinco García y Zdziebło van aumentando su ventaja en el circuito de un kilómetro situado junto al estadio Autzen de fútbol americano al que dan vueltas y vueltas. Mientras, por detrás, las españolas Raquel González y Laura García-Caro marchan cerca de las medallas, y esperan pacientes el pinchazo de alguna de las de delante para tocar metal.
“¡Vamos Kimy!”, gritan varios aficionados peruanos en el lateral sosteniendo la bandera, junto a los entrenadores que animan, incansables también, a sus atletas cada vez que pasan junto a ellos, con una cercanía que no existe en ninguna otra prueba.
Las medalla de oro parecen cosa de dos. Pero Kimberly García decide no esperar hasta el final, y pasado el ecuador de la prueba se va sola. Las gafas de sol, antes subidas, ahora le tapan los ojos, y mientras el rictus de otras se retuerce por el dolor y el cansancio, y algunas se doblan bajo el peso de los kilómetros, ella camina impasible, sobrada del oxígeno que a otras les falta, sin expresar ninguna emoción o padecimiento. “La estrategia era seguir hasta el kilómetro 20 e ir aumentando”, explicará al acabar.
Esa progresión, con una segunda mitad más rápida que la primera, resulta inalcanzable para las rivales, aunque por momentos la polaca la amenaza cerca, y la distancia se expande y se contrae como un acordeón. Finalmente, se da por vencida, y Perú, de la mano de su mejor marchadora, logra su segundo oro, lo que coloca al país quinto en el medallero, por delante de países de tanta tradición atlética como Kenia.
Al acabar, García explica que el resultado ha superado las expectativas con que llegaba a Oregón. “No esperábamos ganar medallas de oro, sí ubicarnos en un buen lugar. Me he preparado muchísimo, he estado trabajando muy duro para lograr esto, ha sido mi sueño desde muy pequeña y estar cumpliéndolo me hace estar muy orgullosa de mí misma. Espero que todos los peruanos estén muy orgullosos de que Perú esté presente en el Mundial”.
Las españolas Raquel González y Laura García Caro fueron quinta y sexta respectivamente, y ambas consiguieron su marca personal en una jornada muy favorable en lo meteorológico, 15 grados a la hora de la salida.
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