Marcelino García Toral: “En España no abundan perfiles como el de Nico Williams y Ansu Fati”

”Tengo paciencia y a la vez soy bastante inseguro. Los entrenadores no sabemos lo que nos va a deparar el futuro cuando estamos sin trabajar”, dice Marcelino García Toral (Villaviciosa; Gijón; 57 años) que utiliza el nosotros para hablar de él y su cuerpo técnico. Tras dejar el Athletic, espera un proyecto acorde con los resultados que le han dibujado una trayectoria ascendente. Su nombre suena como posible sustituto de Luis Enrique si este abandona la selección tras el Mundial y también se le ha relacionado con el Atlético post-Simeone.

Pregunta. ¿Siente ansiedad por entrenar ya?

Respuesta. De momento no, otra cosa es que se prolongue muchísimo esta situación. Si llega mayo o junio, cuando los equipos ya planifican, quizás nos surja la incertidumbre de cuál será nuestro futuro. La idea es encontrar un proyecto ilusionante, en consonancia con nuestra experiencia y los buenos resultados obtenidos. Hemos tenido ofertas, pero mi idea es ser honestos con la decisión que tomemos y estar convencidos.

P. ¿Cómo es su día a día?

R. No madrugo mucho, no me gusta. Unos días doy clases de inglés, comparto mucho tiempo con los amigos, sigo con la formación como entrenador, otros días hago bicicleta... Es un momento para llenarse de energía. La bicicleta me libera y en Asturias tenemos parajes extraordinarios. Cuando vas solo le das vuelta a situaciones de juego, pero también te da tiempo a pensar en la propia vida, que no es solo fútbol. Todos tenemos situaciones de salud o económicas de familiares o amigos.

P. ¿Viendo el fútbol más relajado percibe más detalles?

R. Ahora veo. Cuando entreno, analizo. Disfrutas más solo viendo, pero no te permite analizar el contexto. Las dinámicas, las respuestas que te ofrece un equipo y los automatismos se comprueban desde el análisis. Me gusta ver los partidos en panorámico, te da una visión completa del posicionamiento de los jugadores.

P. ¿Y en panorámico cómo se ve el nuevo fútbol de tanto ritmo y transiciones rápidas?

R. No es un fútbol nuevo, siempre ha existido. Lo que sucede es que focalizamos en función de que un equipo resulte ganador con una forma de jugar. En España hubo un equipo que por resultados y por su juego marcó una tendencia que fue el Barcelona de Guardiola o el de Luis Enrique con ciertos matices. Eso es algo a lo que todos pretendemos llegar, pero para eso tienes que tener un concepto claro a la hora de transmitir esa información y, sobre todo, el perfil de jugadores adecuado. Desde aquel Barça no se ha juntado otro equipo con un perfil de futbolistas de ese nivel técnico. El resto de equipos competía de otra forma y también le quitaban títulos a ese Barça. Quizá no en los dos primeros años de Guardiola, que era imbatible y solo el azar podía negarles la victoria. El resto de equipos desarrollaban un futbol más genérico. ¿Qué pasa ahora? Que el mismo City de Guardiola es diferente porque no tiene a Xavi, a Messi o a Iniesta.

P. ¿No cree que Guardiola se ha preocupado de buscar ese perfil de jugadores que se ajustan al fútbol más vertical de ahora?

R. Los futbolistas que he citado ahora valdrían 150 o 200 millones de euros y es difícil juntar a todos a la vez. Guardiola es lo suficientemente inteligente como para, partiendo de una idea principal, introducir los matices para ser competitivo y ganar.

P. ¿Estamos en España demasiado obnubilados con el modelo de los Klopp, Nagelsmann, Tuchel y el fútbol que se practica en la Premier League?

R. Es que ese es el fútbol de siempre, el que los buenos equipos utilizan, salvo el matiz de ese gran Barça. Hay una mezcla, se ha juntado todo, por un lado esa idea de salir con el balón jugado para una vez que atraes al rival y lo superas, atacar rápidos los espacios. Siempre me ha gustado este fútbol, no soy dudoso, no me apasionaba la selección cuando era campeona de mundo porque tenía mucha posesión y pocas finalizaciones.

P. ¿Le gusta que los porteros jueguen con el pie?

R. Me gusta, pero prefiero que paren muchas a que jueguen muchas con el pie. Es importante para salir de las presiones altas, pero tiene que ser buena la toma de decisiones y muchas veces no confluyen las dos cosas en el mismo portero. Nos creemos capaces como cuerpo técnico para generar suficientes argumentos para que el balón salga de forma combinativa sin la necesidad imperiosa del portero. ¿Qué fue más importante la temporada pasada en Courtois, su juego con el pie o con las manos?

P. ¿El fracaso de los clubes españoles en Europa lo ve como algo puntual o es que el modelo se ha estancado?

R. Ha sido un palo para todos que solo el Real Madrid siga en Champions porque es algo que no venía sucediendo, pero me niego a creer que eso marque la situación de la Liga.

P. Siempre ha elogiado mucho a Simeone. ¿Se identifica más con él que con Xavi, por ejemplo?

R. A Simeone le tengo admiración. El hecho de estar 11 años consiguiendo los objetivos tiene un mérito incalculable. Es la excepción en este mundo, no sé si Ferguson fue algo similar, pero con una etapa en la Premier en la que no se cambiaba de entrenador como ahora. Xavi es joven y con una trayectoria tan corta que no tengo elementos suficientes para dar una opinión concreta.

P. ¿Y usted dónde se sitúa?

R. Me gusta la mezcolanza, los equipos que tienen buena organización, que defienden y atacan bien, ya sea con 4-4-2 o 4-3-3. Los sistemas son relativos, no soy dogmático y me adapto. La mayoría de los entrenadores, si nos preguntan, preferimos atacar contra dos que contra diez. Para atacar contra diez permanentemente tienes que tener claros los automatismos y una calidad técnica y de toma de decisiones en jugadores que cuestan mucho dinero.

P. ¿Le molesta que le encasillen como un entrenador que mete los datos del fútbol en un tubo de ensayo?

R. No creo que esté encasillado así. Intentamos optimizar, recoger la máxima información posible par optimizar recursos y el rendimiento. Sería absurdo y poco profesional poder acceder a esos datos y no utilizarlos. Analizamos la situación muscular con revisiones periódicas, cómo es el nivel de carga, e individualizamos el trabajo y la alimentación. La suma de todo ello previene lesiones y mis equipos han tenido pocas musculares.

P. ¿Qué le gusta de lo que ve?

R. Me gustan el City, el Liverpool, los partidos de alta intensidad del Madrid, la Real, el Athletic, el Nápoles... Son equipos dinámicos, con una correcta organización, utilizan el ataque y el contraataque y se reorganizan bien tras la pérdida de la pelota.

P. ¿Le sorprende que Ancelotti logre que el Madrid sea capaz de ganar cualquier tipo de partido?

R. Ya era muy bueno como jugador. Jugué contra él en el Sporting, en una UEFA, eran los inicios del Milan de Sacchi. Es muy inteligente, habla sencillo, pero claro, sin afán de protagonismo y explica muy bien lo que es el fútbol: diferentes formas de jugar para ganar y todas respetables. No como otros entrenadores, que solo vale ganar de una manera.

P. Usted ha trabajado con Nico Williams, que puede ser una de las sensaciones de España en el Mundial.

R. Cuando llegamos al Athletic no lo conocía, pero todo el mundo hablaba de él como un futbolista de los más relevantes de Lezama. Se veía que era un jugador de unas características muy definidas y de gran relevancia para el fútbol de hoy. Juega al espacio y tiene desborde por habilidad y velocidad. Va adquiriendo poco a poco la pausa en las zonas de finalización. Es diferente, en España no abundan esos perfiles como en otros países como Francia. Ansu Fati, con otros matices, también tiene ese perfil.

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