El atrevido favor de Bordalás al Getafe

La perfecta delineación de la raya que surca su cabello, la sonrisa y la calma con la que José Bordalás se expresa ante la prensa no delatan a un entrenador reclutado de urgencia para evitar el drama del descenso en Getafe. Una empresa a la que primero se negó por su complejidad ante la falta de tiempo para trabajar y que después aceptó tras una llamada de Ángel Torres. El dueño del club apeló a la amistad entre ambos para convencer al técnico alicantino de que asumiera el cargo para las siete finales que restaban. La primera, ante el Espanyol en Cornellà El Prat, la perdió (1-0). La segunda, contra el Celta, en casa, la ganó (1-0). Con estos dos resultados el Getafe suma 34 puntos, los mismos que el Valencia, que le tiene ganado el goal average particular.

Bordalás ha aceptado un favor y un desafío envenenados. Un cara o cruz que esta noche tendrá su tercer episodio en el Santiago Bernabéu (21.00, Movistar LaLiga) tras cuatro días de concentración en Oliva. Allí, entre campos de golf y la agradable brisa de la costa blanca levantina, Bordalás ha hecho hincapié en el mismo mensaje que le lanzó al vestuario a su llegada. La necesidad de que crean en él y en su libreto, sobre todo los futbolistas que no le conocían de su etapa anterior, algo más de la mitad del plantel.

Durante estos días en Oliva, el técnico le ha dado tanta o más prioridad al trabajo psicológico que al táctico. “Ha sido una convivencia, hay muchos jugadores que no conozco”, admite Bordalás. “Sobre todo hemos trabajado el aspecto anímico. No hay tiempo para grandes cargas de trabajo. He llegado recientemente y estamos en un tramo decisivo con el equipo jugándose mucho”, añade el técnico.

“El míster nos ha insistido en que hay que disfrutar de defender y de atacar, que mantengamos la cabeza siempre arriba y que no hay nada imposible porque solo estamos un punto por debajo y hay enfrentamientos directos [el Getafe cierra la Liga visitando al Valladolid]”, relata el guardameta David Soria.

Faltas y posesión

Dibujada la áspera realidad de la clasificación, el trabajo táctico realizado por Bordalás “ha sido más de conceptos básicos”, apunta Soria. “Hemos trabajado algún aspecto táctico y algo de estrategia”, asegura el preparador azulón. El Getafe ha recuperado la intensidad que caracteriza a los equipos de Bordalás. “Cuando viene un entrenador nuevo es un cambio de energía y de moral, el equipo ha recuperado vida y la solidez defensiva, el ser fuertes atrás, aunque contra el Celta también tuvimos ocasiones para hacer más goles”, advierte David Soria.

El Coliseo Alfonso Pérez se llenó para ver el estreno en casa de Bordalás ante el conjunto vigués. Ya el día de su presentación varios centenares de aficionados se personaron para rendirle tributo y agradecerle el atrevimiento de aceptar la responsabilidad de la salvación.

“Contra el Celta vi al equipo mentalmente más fuerte y creer más en la salvación. No tuve que intervenir, salvo en un tiro centrado en el primer tiempo”, advierte Soria. Tanto las estadísticas del partido contra el Espanyol como las registradas contra el Celta anuncian que Bordalás ha logrado inculcar con rapidez la parte de su libreto que tanto se le critica. Con su antecesor Quique Flores, el promedio de faltas cometidas era de 15 y ha subido a 22. El tiempo real de juego ha descendido del 54% al 47% y las amarillas por partido se han disparado de tres a seis.

“Va todo relacionado con el estilo del míster, queremos ser más intensos y presionar más arriba. Eso te hace ir más al duelo y hacer faltas tácticas para que no te pillen a la contra. Todo esto hace que aumente el número de faltas. No somos sucios, pero está la corriente injusta que persigue al entrenador. El Espanyol se puso por delante y no se jugó más. Esto es fútbol, te estás jugando la vida. Son cosas que las hacemos todos, el Madrid, si el miércoles se pone por delante ante el City, también lo hará”, sentencia David Soria.

Los cinco partidos que restan dirán si la fórmula Bordalás logra el objetivo de la salvación. Si es así, según los agentes del técnico, Ángel Torres le dará a escoger un año o dos de contrato. Y si decide no continuar, dará por bueno el favor que le ha hecho Bordalás. Esto último, incluso en caso de descenso.

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