Los dos triunfos de Haller
Un doblete del delantero marfileño, que firma un exuberante final de una campaña que inició con un diagnóstico de cáncer testicular, deja al Borussia al filo de evitar el undécimo título liguero consecutivo del Bayern
El undécimo título consecutivo en la Bundesliga se le escapa al Bayern, que cuando el campeonato se fue al parón por el Mundial de Qatar, prolongado en Alemania por el habitual receso invernal, aventajaba en nueve puntos al Borussia Dortmund. Hoy, a una jornada del final, el equipo antes dirigido por Julian Nagelsmann y ahora por Thomas Tuchel está dos puntos por detrás del Borussia, que ganó en Augsburgo (0-3) con protagonismo de Sebastian Haller, el delantero marfileño que llegó del Ajax para tratar de llenar el vacío que dejó la marcha de Haaland y al que se le detectó un cáncer testicular en sus primeros días en el club. Tras superar el tratamiento, Haller lidera a un equipo que si vence en la última jornada al Mainz, que nada se juega, habrá acabado con la hegemonía del Bayern. En todo caso, los bávaros se quedarían sin la ensaladera que distingue al campeón si no superan al Colonia a domicilio en ese último acto agendado para el próximo sábado a partir de las tres y media de la tarde.
El Borussia aprovechó este domingo la opción que le abrió la derrota del Bayern ante el Leipzig en el Allianz Arena, una debacle inesperada y más porque el partido arrancó con ventaja del equipo que adiestra Tuchel. Pero el Leipzig remontó (1-3) y el entrenador del Bayern todavía cuestiona qué ocurrió. “No sé qué está pasando. Veo al equipo entrenar, observo su espíritu y no encuentro una explicación a lo que sucede”, apuntó tras la derrota el entrenador, que hace dos meses se incorporó al equipo después de que varios cuchillos largos liquidasen a Nagelsmann, malquerido por varios pesos pesados del vestuario.
“Lo pensamos mucho y creímos que era la mejor solución. Tampoco diría que la culpa de lo que ocurre es de Tuchel, pero ahora tenemos que enfrentarnos a las críticas”, asume Hasan Salihamidzic, contestado director deportivo del Bayern. “Varias veces nos ha pasado esta temporada que encajamos un gol y todo parece que se derrumba”, reflexionó Oliver Kahn, primer ejecutivo del club y gran acaparador de críticas, entre ellas las del volcánico Lothar Matthaus. La nomenclatura de exjugadores del gigante bávaro, siempre poderosa, ha entrado en erupción.
El Bayern está a punto de caerse ante un rival que este domingo ganó su primer partido a domicilio desde el 23 de febrero. Venció en Augsburgo el Borussia más por tesón y convicción que por fútbol. Le rescató Sebastian Haller con una maniobra en el área al filo de la hora de partido. Para entonces Sule y Emre Can ya habían rematado al palo. Haller sentenció a siete minutos del noventa y presenta una hoja de servicios excelente con nueve tantos y cinco pases de gol en 18 partidos. En las tres últimas jornadas suma cinco dianas.
La puntería de Haller alivió al Borussia, que jugó durante algo más de medio partido ante un rival en inferioridad numérica, pero que se rebeló tras encajar el primer gol. El meta suizo Kobel rescató al equipo de un problema al desbaratar un mano a mano ante Cardona, media punta del Augsburgo, un equipo abnegado que todavía debe sumar un punto para garantizar su permanencia en la primera división germana y que acabó castigado por un postrero gol de Brandt que abrió los festejos del muro amarillo desplazado a Baviera, mientras a 80 kilómetros de allí el Bayern rumia el desastre de una campaña que puede acabar en blanco porque en la Champions le dejó atrás el Manchester City y en la Copa el Friburgo.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.