Carlos Sainz: “Cuando te pones el casco no importa lo que dice el DNI”
El piloto madrileño de 61 años, que llega líder a esta segunda semana del Dakar, se muestra cauto pero optimista ante la oportunidad que le brinda la carrera para levantar su cuarto Touareg
Carlos Sainz Cenamor (Madrid, 61 años) tiene ante sí una excelente oportunidad para volver a ganar el Rally Dakar en esta edición de 2024. El piloto de Audi, que participa por 17ª ocasión en la prueba, abre hoy la segunda semana de competición como líder destacado, con más de 20 minutos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, su compañero Mattias Ekström. Aspira a su cuarto Touareg, el primero con la marca alemana, y quiere ceñirse a la actualidad deportiva sin pronunciarse sobre la polémica reciente por unas palabras contrarias al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que considera sacadas de una conversación privada. Relajado, sonriente y distendido tras recibir la visita del presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta (este domingo juegan en territorio saudí la final de la Supercopa contra el Real Madrid), en el vivac de Riad, donde la caravana descansó este sábado, atiende a EL PAÍS antes de reemprender la marcha.
Pregunta. Hace 18 años que vino a su primer Dakar, ¿es la prueba que más le ha seducido?
Respuesta. Yo diferencio mi etapa en el campeonato del mundo de rallies, que fue mi pasión, mi vida y mi todo. Allí disfruté como nadie. Luego llegó mi etapa en el Dakar, que cuando lo probé no sabía muy bien si me iba a gustar o no. Vi que me gustaba y allí empezó una especie de segunda parte de mi carrera deportiva, y la verdad es que se ha alargado mucho más de lo que llegué a pensar en esa primera toma de contacto.
P. ¿Quién le animó a meterse en esta aventura?
R. Uno de los grandes culpables de esto fue Colin McRae, que hizo la carrera antes que yo, y un día en Mallorca, de visita, me dijo: ‘Esta carrera está hecha para ti, te vas a divertir mucho, la vas a disfrutar, tienes que probar’. Y bueno, pues así lo hice y aquí sigo.
P. ¿Hay que ser vanidoso para competir con los mejores en esto de las carreras?
R. Yo no lo llamaría vanidad. Si estoy aquí es porque pienso que puedo luchar por ganar, porque pienso que todavía tengo la capacidad, la motivación, las ganas, en fin, todo lo que hace falta para poder luchar por un Dakar. Sí es cierto que a mi edad voy día a día, Dakar a Dakar. Soy consciente de ello, pero cuando te pones el casco no importa lo que dice el DNI, sino el tiempo que haces. Creo que a estas alturas de mi carrera deportiva me he ganado el poder decidir hasta cuándo me apetece estar y que se respete esa decisión.
P. ¿Trabaja más con sensaciones o datos?
R. Hoy en día es difícil trabajar sin datos, pero sí es cierto que en este deporte cuentan mucho las sensaciones. Aquí no se puede medir la décima como en un circuito, aquí las sensaciones del piloto son esenciales, y luego los datos claro. Este coche es una supercomputadora, es como una nave espacial. Seguro que no hay un vehículo tan sofisticado en todo el mundo.
P. Estar más cerca o más lejos del objetivo, ¿le pone más o menos nervioso?
R. A estas alturas, nervioso no. Al contrario, estar cerca me motiva. A la vez soy consciente… ¿ves las canas que tengo? Las he visto de todos los colores, igual que los demás, vaya. A mis compañeros, Mattias y Stéphane, también les ha pasado de todo, lo que ocurre es que la gente solo se acuerda de lo que quiere. Este es un deporte en el que puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Este año vamos como vamos, así que intentaremos seguir, disfrutarlo y afrontar esta segunda semana con la misma actitud y buena estrategia.
P. Pero trabaja todo el año para ello y puede estallar en cuestión de segundos…
R. Es una presión añadida para todo el mundo, no solo para mí. Imagina cómo estará Nasser hoy, o Yazeed y Stéphane. Cualquier favorito que pierda la carrera lleva todo el año trabajando para hacer justo lo contrario. A veces sale bien, y otras mal. Estarán fastidiados, como lo estuve yo el año pasado después del accidente. Al menos alguno de ellos ha podido seguir, que yo ni pude…
P. ¿Quién es el mayor enemigo llegados a este punto, usted o rivales como Ekström y Loeb?
R. Es el conjunto, la distancia que tenemos sobre Mattias y Sébastien no es nada en este rally. En cuanto equipo, Audi está en una excelente situación, y hemos de intentar aprovechar esta gran oportunidad que se nos presenta.
P. Desde su debut en 2006 hasta ahora, ¿cómo ha cambiado el rally?
R. Algo, pero no mucho. El ADN del Dakar sigue siendo el mismo. Ha habido algunos altibajos, años más o menos duros, otros en los que intentaron hacer un invento de libro de ruta que fue un desastre. El ADN se mantiene, y es tratar de poner al límite a pilotos, equipos y coches, a todo el mundo que viene. Lo que más ha cambiado es el ritmo. Ahora se sale a fondo y es por eliminación, no como antes.
P. Nani Roma me decía el otro día que a usted le costó algo pillarle el truco a la carrera…
R. Está claro. Es una carrera donde hace falta experiencia. Incluso cuando la tienes cometes errores. Hay que tener en cuenta de que siempre pasas por sitios en los que jamás has estado antes.
P. ¿Se confió cuando llegó y ganó desde sus primeras etapas?
R. No creo. No he variado demasiado mi método de aproximación a la carrera. Lo que sí he cambiado es la gestión de las frustraciones. He tratado de aprender a no salir más rápido el día después de que me pasara algo. Quizás esa impaciencia que tengo por naturaleza no me ha jugado una buena pasada en determinadas ocasiones.
P. ¿Cuál es el elemento más importante a la hora de afrontar un Dakar?
R. El respeto. Al Dakar hay que respetarlo desde el primer momento en que decides participar, sobre todo con un equipo oficial. Debes respetar la preparación, la condición física. Estar seis horas en las dunas dando saltos, como estuvimos, no puedes saltártelo. Luego está el equipo… es una carrera que debes respetarla desde todos los ángulos y esquinas posibles, tener muy presente que hasta el final nada está decidido.
P. En este Dakar se ha hablado más que nunca del cambio generacional, ¿todavía se ve con cuerda?
R. Yo me veo con cuerda para mañana, y luego el día siguiente. Ya habrá tiempo cuando termine la carrera para pensar cuál es el futuro. Ahora mismo, a medio o largo plazo no me planteo nada concreto.
P. Toyota dijo haber hablado con usted, también Ford, ¿qué hay de cierto?
R. Ford es una opción que está ahí de cara al futuro, sí. Ahora no me concentro en eso, sino en Audi, en el día de mañana. No es el momento de pensar muy lejos, y más todavía con lo que tengo por delante y a estas alturas de mi carrera deportiva.
P. Sven Quandt, jefe del proyecto de Audi, reconocía que ganar es la mejor forma de despedirse. ¿Piensa lo mismo si se lo aplica a sí mismo?
R. No sé. Hasta que llegue el sábado no sé lo que va a pasar. No me planteo nada más. Sé que tengo un objetivo, y a ello dedico todos mis pensamientos y energía. Intento ser positivo, y el sueño sigue siendo el mismo de siempre, ganar esta carrera.
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