El Atlético gana por las manos a la Real Sociedad
El equipo de Simeone se impone al de Imanol con un gol de penalti de Griezmann precedido de otro no señalado por el colegiado tras golpear la pelota en el brazo de Morata en un cabezazo de Brais Mendez
Un ejercicio de resistencia simeonesca y poco trámite con la pelota le dio al Atlético para derrotar a la Real Sociedad, un equipo que se presentaba lustroso y amenazante en el Metropolitano tras una fina actuación en su partido de Champions en Salzburgo. Propuso más el equipo de Imanol, que se topó con un Atlético gremial para defender primero el gol de Lino y en el tiempo de prolongación el de Griezmann, fruto de un penalti muy discutido por la Real Sociedad. El disparo previo del francés golpeó en la mano de Carlos Fernández, que estaba en el suelo, con el otro abrazo apoyado, pero de espaldas y ajeno a la trayectoria del balón, que iba a portería, con Remiro también vencido en la hierba. Griezmann ejecutó el penalti para darle la victoria a un equipo exhausto, que llega al parón internacional con la lengua fuera, pero metido de lleno en la pelea por el título pese al ritmo infernal de puntuación que marcan el líder Real Madrid y su perseguidor, el Barcelona. La Real se vio perjudicada también porque el colegiado no señaló unas manos de Morata tras un remate de cabeza de Brais Méndez. La revisión en el VAR no cambió la opinión del trencilla.
Ganó también el Atlético por oficio y por mostrar un pellejo más duro que el de su contrincante. Donde no le llegó con el juego, le dio con el alma ante una Real Sociedad que no mereció la derrota por el empeño que puso en todo el segundo tiempo en, al menos, igualar el gol de Lino. Este fue un tanto de equipo perrero. Consciente de que a las espaldas de Traoré se abría un erial, Koke picó por encima la pelota para la ruptura del brasileño. Este se perfiló hacia Remiro y le batió por el palo que cubría el meta realista.
El tanto fue una de esas maniobras tácticas que brotan en la cabeza de los entrenadores después de destripar en los vídeos al contrario. Llegó pasados los primeros veinte minutos de juego, después de un inicio trepidante, con la Real amenazando con un gol anulado a Oyarzabal antes de cumplirse el primer minuto por fuera de juego y el Atlético asustando con un amago de contragolpe. Ese arranque respondió al pedigrí que se le presuponía al duelo. Dos equipos en lo alto de la tabla, entregados ambos al libreto de sus entrenadores. Los rojiblancos, apostando al juego vertical, los blanquiazules al toque.
Sucedió que el Atlético acusó demasiado pronto ser un equipo golpeado por las lesiones y exhausto por el exprimidor calendario. Simeone había aireado a Saúl para que Llorente y De Paul acompañaran a Koke. El interior ilicitano acumulaba cinco partidos a tiempo completo. El Cholo necesitaba piernas de sus volantes para ayudar a Lino con Kubo y a Nahuel Molina con Barrenetxea. Tampoco arriesgó Simeone con Savic y mantuvo al solvente Azpilicueta en el once.
Enfrente, Imanol repitió ese once que destila control de los partidos sin un nueve clásico de referencia como Oyarzabal y dos puñales en los costados. Kubo a la derecha y Barrenetxea a la izquierda. Ambos fueron intrascendentes en el primer acto, fruto del blindaje preparado por el preparador rojiblanco. Tuvieron poca actividad y su equipo lo acusó sobremanera. Incurrió la Real en un juego manierista y poco picudo de tantos pases de seguridad que se daban entre Zubeldia, Zubimendi, Brais Méndez y Mikel Merino. Propuso mucho y dispuso poco la Real, que se vio lastimada por ese gol de Lino y pudo irse al descanso con otro gol en contra en otra jugada de laboratorio del Atlético. Esta vez una falta lateral que Koke dejó pasar en la frontal del área y De Paul reventó en el poste con una preciosa rosca. Estaba el Atlético en esa versión en la que necesita muy poco para lograr mucho.
Se encontró la Real en el segundo acto con una radicalización del guión del primer tiempo. El repliegue del Atlético en campo propio fue más descarado, dispuesto a resistir y hacer bueno el tanto de Lino. Encastillado, pudo sacar petróleo de otra pelota parada que Witsel estrelló contra el palo. Hubiera sido demasiado duro para la Real un segundo golpe. Continuó el equipo de Imanol su acorralamiento, cada vez más amenazante. Oyarzabal reventó un pelotazo en el palo antes de que Imanol se lanzara a tumba abierta a por el partido con la entrada de Carlos Fernández, Pacheco, y Zakharyan por Le Normand, y los desdibujados Kubo y Merino. Contestó Simeone dando entrada a Saúl y a Riquelme por Llorente y De Paul. El movimiento precedió al empate de la Real. Fue en una de las pocas ocasiones en las que pudo correr al contragolpe tras una falta a favor del Atlético que murió en la frontal del área de Remiro. Salió escopeteada la Real a la contra y la culminó Oyarzabal a campo abierto tras un excelente cambio de juego de Carlos Fernández. El tanto hizo justicia al empeño de la Real, gobernadora absoluta del segundo tiempo. Pero se encontró con esa piel dura del Atlético para sacar algo de donde no hay nada. Esta vez un penalti que el árbitro tuvo claro, pero no los jugadores de la Real.
Oyarzabal: “Sacan comunicados que no ayudan a los árbitros”
Los jugadores de la Real Sociedad mostraron su enfado con el colegiado por el penalti no señalado por manos de Morata y por el que sí pitó a favor del Atlético de Madrid por manos de Carlos Fernández. “No es una mano arriba, es una mano al costado cuando está tumbado”, se quejó el capitán realista, Mikel Oyarzabal, después del partido. Y sin nombrarlo, señaló un culpable, Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético y al comunicado que publicó este acusando al Real Madrid de manipular la Liga.
“Vivimos en un fútbol en el que se sacan comunicados extradeportivos muchas veces por parte de los clubes, que no ayudan a los árbitros, al fútbol y luego pasan cosas así. Los árbitros también están sometidos a mucha presión, no queremos pensar mal, pero te da rabia que la misma jugada en un área le genera dudas, te dice que no y lo otro lo tiene muy claro”, abundó el capitán de la Real. Su técnico, Imanol Alguacil, no quiso entrar en polémicas, pero no es ajeno al desconcierto generalizado que hay. “Voy a ser sincero, no tengo claro el reglamento con las manos”, afirmó. Para Simeone, “cuando toca a favor estás contento y cuando es en contra, estás jodido”.
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