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Antiviolencia propone el cierre total del Metropolitano por dos semanas

La Comisión redacta una sanción ejemplar que se completa con una multa de 65.000 euros al club por los incidentes durante el derbi madrileño. La celebración del los jugadores con los ultras al término del partido cuenta como agravante

Varios aficionados del Atlético de Madrid en las gradas mientras el juego se detiene por problemas en la grada durante el derbi madrileño el pasado 29 de septiembre en el estadio Metropolitano.
Varios aficionados del Atlético de Madrid en las gradas mientras el juego se detiene por problemas en la grada durante el derbi madrileño el pasado 29 de septiembre en el estadio Metropolitano.Ana Beltran (REUTERS)

La Comisión Antiviolencia ha propuesto este martes el cierre completo del estadio Metropolitano durante quince días por los incidentes durante el derbi madrileño del pasado 29 de septiembre. Antiviolencia considera que los altercados, en un escenario que ya ha sido previamente sancionado por comportamientos similares e inadmisibles en un estadio deportivo, son “muy graves”. Por eso, propone una sanción ejemplar y el cierre total, que se acompañará de una multa de 65.000 euros al Atlético de Madrid, según ha adelantado la Cadena Ser y ha confirmado El País. En el informe de Antiviolencia se recogen al detalle los hechos, que se produjeron sobre el minuto 64 de partido, coincidiendo con el gol del Real Madrid (1-1 fue el resultado final). Hubo, y así lo certifica el escrito, lanzamiento de objetos desde el fondo sur, donde se ubican los integrantes del Frente Atlético. Uno de los mecheros lanzados, por ejemplo, alcanzó al portero visitante Thibaut Courtois en una pierna; fue poco después cuando el árbitro, Mateo Busquets Ferrer, inició el protocolo y paró el encuentro durante casi 20 minutos. Además, se constata la presencia de simbología nazi, una invasión de campo y la incautación de una navaja de 22 centímetros. La celebración de los jugadores del Atlético con el fondo sur a la conclusión del encuentro se contempla como agravante y también forma parte de la propuesta de sanción.

“Estos hechos han sido protagonizados por miembros del grupo radical, que previamente ya habían cometido infracciones tipificadas en la Ley 19/2007, circunstancia comunicada y conocida por el club. Los anteriores hechos se subsumen en los tipos infractores relativos a las graves deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores y el apoyo y promoción del grupo radical y/o violento anteriormente señalado”, señala en su nota Antiviolencia.

Además, se han identificado hasta seis aficionados implicados en los altercados para los que, además de la prohibición de entrar a recintos deportivos en un periodo de entre 6 y 18 meses, se emite una sanción con multas de hasta 30.000 euros. Las autoridades y el club continúan con la identificación de otros 20 aficionados rojiblancos a quienes se aplicarían los mismos castigos. La propuesta de Antiviolencia se elevará a la Secretaría de Estado de Seguridad, que deberá aprobarla. Según fuentes del CSD, el Atlético deberá cumplir ambas sanciones.

El Atlético puede recurrir la sanción en vía administrativa. Esta propuesta de pena es superior a la del cierre parcial de tres partidos que ya había impuesto el Comité de Competición hace unos días y que seguramente quedará anulada por esta última de Antiviolencia al ser la de mayor grado. El club rojiblanco ya recurrió ante el Comité de Apelación la sanción de Competición esgrimiendo que una minoría perjudicaba a la mayoría de seguidores rojiblancos ubicados en el fondo sur y que no participaron en los incidentes.

El Atlético de Madrid emitió en la noche de este martes una nota en la que su máximo accionista, Miguel Ángel Gil Marín, considera desproporcionada la sanción. “El Club Atlético de Madrid considera completamente desproporcionada esta propuesta de sanción, ya que pretende castigar a 70.000 personas por el injustificable comportamiento de unos pocos”, reza el escrito del club antes de dar paso a las palabras de Gil Marín. “No pretendo justificar el comportamiento de una pequeña minoría que no representa ni al aficionado del Atlético de Madrid ni a los valores del club. Tenemos claro que el comportamiento de esa gente es inaceptable, no los queremos aquí. Estamos cansados de repetir que luchamos contra la violencia y el racismo, pero la realidad es que lo estamos haciendo. Llevamos años persiguiendo estos comportamientos y expulsando a los que los cometen”, asevera Gil Marín, que añade: “Estamos hartos del uso populista y demagogo de estos incidentes. No se debe politizar la justicia deportiva. Se han dicho algunas verdades, verdades a medias y también muchas mentiras. Desde aquel domingo todo el mundo ha opinado sobre los hechos en nuestro estadio cuando, por desgracia, ha habido incidentes generalizados en otros estadios y ciudades”.

Gil Marín también apunta a la necesidad de que la policía les facilite información. “Necesitamos información para poder actuar contra los violentos y expulsarles de forma permanente del club. A día de hoy, hemos identificado por nuestros propios medios a cuatro socios que han sido expulsados de forma permanente. La propuesta de sanción habla de seis identificados y veinte sospechosos que se están investigando de los que no tenemos ninguna información por parte de la Policía. Así es imposible que podamos actuar. Ojalá nos proporcionen la identidad de esos 26 para poder proceder de la misma manera que con los cuatro expulsados. Pero necesitamos la información, necesitamos ayuda”.

Aunque “los condenados por delitos violentos no pueden ser socios”, según asegura fuentes del club rojiblanco y “a la grada de animación no puede acceder nadie que no sea socio”, en las imágenes del día del derbi se pudo distinguir a dos viejos conocidos de la policía, Kit-Kat y Briones, líderes del Frente Atlético según explicaba este diario días atrás en un extenso reportaje sobre la presencia de ultras en el estadio del club rojiblanco.

En el citado reportaje también se refiere que los investigadores creen haber identificado, entre los ultras, a “los que insultaron y se encararon con Mario Hermoso (”¡Madridista hijo de puta!”) en agosto de 2022, “a los que se enfrentaron con dos de los vigilantes de la seguridad privada” del club, o “al que insultó a Nico [Williams]” el 27 de abril en un encuentro contra el Athletic Club. En este último caso, La Fiscalía de Madrid entendió que los gritos proferidos contra el futbolista (“uh, uh, uh”, imitando el sonido de un mono) podrían ser constitutivos de “un delito de lesión a la dignidad”, y en mayo abrió diligencias de investigación para averiguar la identidad de la persona o personas que profirieron esos insultos. El autor fue localizado, también por las cámaras, y propuesto para sanción por la Policía.

Días después de los incidentes en el derbi, el Atlético disputó en Lisboa el partido de Champions ante el Benfica. Al Estadio Da Luz se desplazaron unos 2.000 aficionados. Allí, en Portugal, varios miembros de los radicales rojiblancos protagonizaron saludos nazis. Por ello, la UEFA sancionó al club con una multa de 30.000 euros.

La Comisión Antiviolencia considera que “la seguridad en los eventos deportivos es un derecho irrenunciable, por lo que resulta inaceptable que un grupo de aficionados ultras sea protagonista de actos de violencia e intolerancia en un espacio que debe ser de respeto y convivencia”.

Otros casos recientes de cierres de estadios en España

En España ya ha habido varios casos tanto de cierres totales como parciales en los estadios. El Atlético, de hecho, ha sido sancionado en dos ocasiones anteriormente, ambas con clausura parcial. La primera, tras los incidentes de la final de la Europa League de 2018 en Lyon, donde los ultras rojiblancos tuvieron un “comportamiento racista” y llevaron a cabo “lanzamiento de bengalas y fuegos artificiales”, según la UEFA. El Atlético tuvo que cerrar 3.000 asientos en su primer partido de Champions de la temporada 2018/2019 ante el Brujas. En una segunda ocasión, se clausuraron 5.000 localidades después de los incidentes en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Manchester City. Durante el desplazamiento de la afición hubo una “conducta discriminatoria de sus aficionados” en el Etihad Stadium. El Atlético no cumplió con la sanción en el partido de vuelta, pero sí que lo hizo en el primer partido de la siguiente edición ante el Oporto.

Fue sonoro también el caso de Mestalla por los insultos racistas a Vinicius en el partido de Liga contra el Madrid 2022/2023. El estadio valencianista fue cerrado totalmente durante tres partidos, pero cuando cumplió el primero, se cambió la sanción a otros dos de forma parcial, clausurando solo la grada de animación Mario Alberto Kempes.

El Getafe, por su parte, ha sido sancionado en dos ocasiones, ambas la temporada pasada. La primera fue por un incidente el 24 de junio de 2017, cuando jugaban el partido de vuelta de la final del playoff de ascenso a primera ante el Tenerife. La afición visitante llamó “asesino” a un jugador de los locales, además se lanzaron botes de humo al terreno de juego y entre los aficionados más radicales se pelearon en la grada con lanzamientos de butacas. La sanción llegó muy tarde tras varias apelaciones del club y Competición ordenó el cierre del estadio para el partido del 2 de enero ante el Rayo. Este encuentro se jugó en el Metropolitano. El segundo fue un cierre parcial y durante tres partidos tras los insultos racistas al exjugador del Sevilla Acuña el pasado 30 de marzo, además de una multa de 27.000 euros.

También ha habido dos casos en los que se levantó la sanción. En el derbi sevillano de Copa del Rey de 2022 en el Benito Villamarín, el partido se paró por un lanzamiento de una barra de PVC al jugador sevillista Joan Jordán. El encuentro se suspendió y se reanudó al día siguiente a puerta cerrada. Posteriormente, Competición sancionó al Betis con el cierre total del estadio por dos partidos, pero Apelación cambió la sanción a cierre parcial de la grada de animación, de donde se lanzó el objeto. Finalmente, se desestimó la clausura y el Betis solo tuvo que pagar una multa de 36.000 euros. Ocurrió lo mismo con el Metropolitano tras los insultos racistas a Nico Williams en la jornada 33 de la temporada pasada. El Comité de Competición sancionó con dos partidos de cierre parcial al Atlético y una multa de 20.000 euros, pero el club recurrió y Apelación estimó su recurso, por lo que finalmente no se cerró el campo.

Que la sanción que se impone ahora al Atlético sea total y se fije en 15 días habla de la dureza con que se quieren atajar estos comportamientos y la permisividad de los clubes.

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