La Federación cesa a María Tato, pero Vigo sigue fuera del Mundial 2030
La RFEF finiquita a la responsable de la candidatura española, aunque mantiene las puntuaciones alteradas en el último momento que beneficiaron a San Sebastián


La polémica por la elección de San Sebastián en detrimento de Vigo como undécima sede del Mundial 2030 tras cambiar las puntuaciones en el último momento se cobró ayer la cabeza de María Tato, directora de la candidatura española. Sin embargo, tal y como se deslizaba desde la Real Federación Española de Fútbol desde que el lunes saltara el escándalo, se mantiene la baremación que deja a Vigo sin Mundial. En la penúltima clasificación que se elaboró, según la documentación a la que tuvo acceso El Mundo, la ciudad gallega ocupaba el undécimo lugar por delante de San Sebastián, pero en la última y definitiva, realizada un día después, según ha relatado Tato en un informe interno para explicar el cambio de puntuación de última hora, se elevó en cinco puntos el estadio de Anoeta. Esta maniobra dejó fuera a Vigo al pasar a la duodécima posición. La candidatura de España presentó nueve sedes y 11 estadios (Madrid y Barcelona aportan dos).
El secretario general de la RFEF, Álvaro de Miguel, y el director general, Manuel Lalinde fueron los encargados, tras leer el citado informe encargado a Tato, de explicar la alteración de la puntuación final que primó la candidatura de San Sebastián por delante de la de Vigo. Ambos descartaron que Rafael Louzán, actual presidente federativo, tuviera algo que ver en la variación de las puntuaciones, tal y como denuncia el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero. También advirtieron de que la “federación hará todo lo posible porque Vigo y Valencia sean incluidas” y que “hay sedes que ahora están dentro de la candidatura, pero pueden quedar fuera en un futuro si la FIFA lo cree conveniente”.
Según el informe elaborado por Tato, los criterios para realizar las baremaciones se basaron en los marcados por FIFA para otros eventos deportivos, como la Copa Mundial Femenina 2027, y fueron ajustados con las aportaciones de los miembros del Comité Ejecutivo del Mundial, así como de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación del Consejo Superior de Deportes, y del propio organismo gubernamental. En concreto, el informe detalla que se aplicaron los siguientes criterios objetivos: proyecto técnico, operatividad, estructura financiera y dotación de las ciudades.
Siempre haciendo referencia al citado informe de Tato, De Miguel y Lalinde aseguraron que las puntuaciones las dieron la dirigente cesada y los otros dos miembros de la comisión de la candidatura, el exjugador Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, por entonces director de relaciones internacionales de la RFEF. Ambos fueron despedidos por Louzán a principios de este año.
Tato asegura que fue Jorge Mowinckel el que propuso elevar en cinco puntos la valoración del estadio de Anoeta, que en la clasificación previa se le habían asignado 15 en lugar de los 20 definitivos que propiciaron que rebasara a Vigo. Mowinckel habría detectado que tanto el estadio donostiarra como el de Cornellà no habían obtenido la puntuación máxima de 20 porque se les había encuadrado dentro de los estadios que necesitaban una mínima intervención para aumentar la capacidad. Según Tato, Mowinckel argumentó que tanto el estadio de la Real Sociedad como el del Espanyol solo necesitaban hacer pequeños retoques para adaptarse al evento, por lo que debían otorgarse a ambos recintos 20 puntos. Aunque la propuesta fue de Mowinckel, la decisión, según Tato, fue colegiada por parte de los tres miembros de la comisión de la candidatura.
“Los miembros del Comité puntuaron con 20 puntos a los estadios Cornellà-El Prat y Anoeta Reale Arena, frente a los 15 puntos que se habían adjudicado. En un primer momento, a ambos estadios, citados anteriormente, el comité del Mundial les otorgó una puntuación de 15 puntos, que equivale a ‘una intervención menor para ajustar la capacidad’, pero debido a que ambos estadios ‘solo requieren adaptación al acontecimiento’, el comité decidió valorarlo con 20 puntos”, indica el informe. Este contradice las versiones de Fernando Sanz y Mowinckel, que desde un principio se desmarcaron de la elaboración de esa última clasificación que descabalgaba a Vigo.
En estos momentos, la ciudad olívica, al igual que Valencia, sigue fuera de las nueve sedes y nueve estadios presentados por España y aprobadas por la FIFA pese al escaso rigor y el desconocimiento para puntuar de María Tato y Fernando Sanz que delataron los audios desvelados por El Mundo. En la reunión celebrada el 25 de junio para puntuar a las ciudades españolas candidatas a ser sede de la Copa del Mundo María Tato llegó a decir: “Vamos allá. Vamos a meter valores en el Excel a ver qué nos queda. La primera prueba de las 800 que haremos hasta que nos cuadre con el resultado”.
Expresiones de este tipo son las que argumentan en la federación para justificar el cese de Tato ante la pregunta de por qué se prescinde de ella si se dan por buenos su trabajo y las puntaciones que colegió, según contó a De Miguel y Lalinde, con Fernando Sanz y Jorge Mowinckel. “Es una cuestión de imagen”, señalan en Las Rozas. La ya exdirigente puso su cargo a disposición de Rafael Louzán, pero finalmente se acordó con ella su cese tras una larga reunión.
Tras las explicaciones dadas está por ver si Abel Caballero decide judicializar la elección de las sedes tras proclamar: “Haré todo lo que la ley me permita para defender a mi ciudad”. Una de las razones que le esgrimieron al edil de Vigo fue que su candidatura tenía baja puntuación en el apartado de financiación. “Vigo tiene cero deudas y más de 140 millones de euros ahorrados para financiar la sede”, ha defendido Abel Caballero. En la federación explican que la puntuación de Vigo es baja en el apartado de financiación porque en su pliego se quedaron sin responder varias preguntas sobre este asunto.
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