La liberación del yerno Ferran Torres

La relación que mantienen Ferran Torres y Sira Martínez, hija de Luis Enrique, había sido un tema tabú desde que se conoció en los últimos días de la pasada Eurocopa. Ni el jugador ni el seleccionador se habían pronunciado en público al respecto. Tampoco la prensa que habitualmente cubre la selección, por respeto a la intimidad, había preguntado. Fue el preparador gijonés el que el sábado por la noche, en su canal de Twitch, hizo alusión por primera vez al noviazgo cuando un seguidor supuestamente aleatorio le preguntó qué jugador era su prolongación en el campo. Era la última cuestión. Tras un silencio aparentemente dubitativo, Luis Enrique expresó en tono jocoso: “Ferran Torres, porque si no me coge mi hija y me corta la cabeza”.

La alusión de Luis Enrique tuvo indicios elocuentes de formar parte de una estrategia comunicativa ante un asunto que podía tornarse escabroso y presto a suspicacias durante el Mundial ante resultados negativos o una mala actuación del atacante del Barcelona durante la competición. De inmediato a la referencia del seleccionador, la federación anuncio en el whatsapp con el que comunica a los medios los eventos que Ferran Torres comparecería el domingo en vez del recién llegado Alejandro Balde, que era el elegido.

Con el melón abierto por el mismo padre de la novia, Ferran Torres se presentó ante la prensa española desplazada a Doha. “Para nada me siento su prolongación. Fue una broma, ya sabemos cómo es el míster”, dijo el extremo del Barcelona para expresarse después, con naturalidad, cuando fue preguntado si ser el yerno del entrenador le sobrepresionaba: “Los dos sabemos diferenciar cuándo somos familia y cuándo entrenador y jugador. Lo estamos llevando muy bien y con naturalidad”.

Las redes sociales permiten a sus usuarios manejar los tiempos de los mensajes que pretenden difundir. Luis Enrique y Ferran, intencionadamente o no, han dado normalidad al asunto antes de que pudiera explotar. La cuestión ha sido tratada con naturalidad por ambos protagonistas antes de que España comience a competir el próximo miércoles ante Costa Rica. No es el primer caso. En el propio Barcelona, el meta Jesús Angoy se casó con una hija de Johan Cruyff. Y el Kun Agüero contrajo matrimonio con Gianinna Maradona cuando el progenitor de esta era seleccionador argentino.

El caso ha tenido un efecto liberador para el seleccionador y para el jugador, aunque ya era un fijo en las convocatorias antes de pasar a formar parte de la familia. Tras un inicio de temporada en el Barcelona marcado por una lesión en un pie, Torres se ha entonado en las semanas previas a la cita mundialista. Se le ha visto en una de sus mejores versiones desde que llegó al club azulgrana en el último mercado de invierno procedente del Manchester City a cambio de 45 millones de euros. “Es verdad que en el Barça he jugado menos, también empecé con una lesión. El Mundial puede marcar un antes y un después no solo para mí, sino para muchos futbolistas. Este último mes estoy con mucha confianza”, aseguró este domingo el valenciano.

Durante la etapa más compleja desde que llegó al Barcelona, el chico ha reforzado el aspecto mental con especialistas. En su bagaje como internacional ha cumplido el rol de extremo con capacidad para jugar por dentro y llegar al gol. “Cuando empecé a venir a la selección metí muchos goles. Soy extremo, tengo la función de marcar goles, pero también darlos e implicarme mucho en la faceta defensiva”, explicó. El miércoles, la titularidad de Ferran es muy probable y Luis Enrique y él debutarán en el Mundial con su parentesco ya verbalizado en público.

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