Difícil separar la política del deporte

“El deporte es algo que debe juntar a las personas. Los Juegos Olímpicos son un ejemplo de esto; el Mundial es algo similar. Todos somos hermanos. El deporte hace eso”, dijo el presionado entrenador de la selección estadounidense, Gregg Berhalter, en el intento por enfriar una candente conferencia de prensa, que incluso terminó entre discusiones de representantes de medios de comunicación de Irán y Estados Unidos. Y es verdad: el deporte es un vehículo generador de salud, disciplina, mentalidad, unión y hermandad. Incluso, para quienes llegan al profesionalismo, hasta de riqueza. Pero puede ser utilizado para mandar mensajes políticos, entretener y distraer a naciones enteras o alzar la voz en favor de grupos desprotegidos y atacados.

¿De dónde viene esto?

Durante la jornada del sábado, la federación estadounidense mostró temporalmente, en sus cuentas de Twitter, Instagram y Facebook, un gráfico del grupo B en el que incluyó la bandera nacional de Irán sin el emblema de la República Islámica, lo que provocó la iracunda reacción de la federación iraní, que ya solicitó a FIFA la expulsión de la selección de Estados Unidos de la Copa Mundial.

La US Soccer reconoció que modificó la bandera oficial durante 24 horas para mostrar “apoyo a las mujeres en Irán, que luchan por los derechos humanos básicos”. La agencia de noticias Tasnim en Irán, señaló que el hecho de que los “americanos publicaran la bandera de la República Islámica sin ningún símbolo, representa una violación a los estatutos de la FIFA”, con lo que incluso podrían recibir una sanción de hasta 10 partidos, que los dejaría fuera del Mundial.

Berhalter se disculpa

En la conferencia de prensa previa al ya de por sí complicado partido, por los antecedentes de ambas selecciones y lo parejo del grupo, Berhalter intentó bajar la tensión al calificar el duelo como “solo un partido entre dos buenos equipos. Nada más”, pero luego tuvo que aclarar que el cuerpo técnico y los jugadores no estaban enterados de la acción en redes y quiso disculparse a nombre del grupo: “no sabemos nada sobre lo que se posteó. Hay veces en que las cosas no están en nuestro control. No nos enfocamos en todas esas cosas de fuera. Lo único que podemos hacer es disculparnos a nombre del staff”. Imaginen la posición en la que deja este jaloneo, seguramente bien intencionado de los federativos, a quienes deberán buscar la victoria que les dé este martes la clasificación a la ronda de octavos de Final y de paso evitar engancharse en temas complejos, más allá del terreno de juego.

Del lado opuesto

Del otro lado, el timonel portugués, Carlos Queiroz, se definió como solidario con todas las causas humanitarias en el mundo y agregó: “Si quieres platicar de derechos humanos, racismo, digo que sí, y que nuestra misión es llevar sonrisas a la gente por 90 minutos”.Y antes de salir de la sala entre aplausos de muchos de los periodistas apostados en la sala, se despidió con esto: “espero que este Mundial sea una buena lección para nosotros y que para el siguiente aprendamos que nuestra misión es crear entretenimiento. Dar tu vida por el fútbol, pero no matarte por el futbol. Es algo que aprendí de mi padre”. Yo también le hubiera aplaudido, pero por la manera en que logró levantar el ánimo de sus dirigidos, que tras ser apaleados 7-2 por Inglaterra vencieron dos a cero a Gales, en su segunda aparición dentro de esta Copa.

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