La recaudación de Impuestos será descentralizada
Ahorrar, invertir, exportar. He aquí la fórmula mágica expuesta repetidamente por el señor Villar Mir a los empresarios vizcainos para superar nuestros males económicos. El ministro de Hacienda mostró ayer en Bilbao, con motivo de la inauguración oficial de las Ferias de la Industria Siderometalúrgica y Naval, el talante optimista a que nos tiene acostumbrado en sus comparecencias públicas.
El señor Villar Mir inició su jomada en la Bolsa, donde insistió en las medidas que se discuten en las Cortes para apoyar a la inversión bursátil. Luego, en la Feria de Muestras, insistiría en un argumento que ha manejado con frecuencia: «El país llevaba más de dos años viviendo por encima de sus posibilidades, consumiendo más de lo que producía, frenando de forma continuada sus programas de inversión y disminuyendo su ahorro».Después de la alusión a los programas económicos del anterior Gobierno, el señor Villar Mir abundó en la necesidad de moderar el consumo y de adquirir conciencia de austeridad. Ahorrar, invertir, exportar, tendría de este modo un presupuesto anterior: consumir menos.«Tengo mi confianza fundada -dijo- de que en la segunda parte del año empezaremos a notar el efecto positivo de las medidas tomadas». Como indicadores de este positivo cambio en la marca económica señaló lo siguiente: «Recuperación de la industria de cabecera, y bienes intermedios, disminución de los stocks y mejoría de la cartera, de pedidos, aunque se mantiene por debajo de su nivel normal.»
Sobre la reforma fiscal dijo que confiaba lograr con ella una mayor justicia social, «pero también -apuntó- un decidido apoyo al empresario que sepa, con inteligencia y con esfuerzo, generar riqueza de la que pueda beneficiarse la comunidad entera»
Mantener la tasa inflacionista de 1975
En torno a la inflación aseguró que los índices del presente año se mantendrán a niveles similares a los del ejercicio anterior, a pesar de que juegan en contra dos factores: la devaluación de la peseta y la reactivación económica, que genera por sí misma factores inflacionistas. «Pienso que el repetir la cifra inflacionista de 1975, considerando los factores citados, sería un objetivo satisfactorio, porque nos permitiría, siguiendo la actual tendencia de aumento de la producción, situamos el año que viene con una inflación en torno al 10 por 100.Después de subrayar nuevamente los factores que le empujaban al optimismo, el señor Villar Mir pasó revista a los importantes logros de Vizcaya en materia de infraestructura.
El ministro empleó una vez más la retórica triunfalista, poniendo el acento en las obras del superpuerto, las concesiones de autopistas y la creación del consorcio para el Metro. Obras de cuantiosa inversión todas ellas, pero en las cuales la inversión pública apenas si tiene otra participación que los dos millones prometidos, para el ferrocarril subterráneo y el 20 por 100 con que participa el Estado en la autopista Bilbao-Santander.
Entre sus palabras no hubo apenas sitio para los problemas y el mismo tema de la contaminación, tan grave aquí a pesar de los planes anunciados, fue motivo de nuevas exposiciones triunfales. En última instancia se refirió a quienes entorpecen la instalación de nuevas industrias con argumentos de alguna manera relacionados con la calidad ambiental.
Régimen especial
Al final de su intervención, el señor Villar Mir, hizo un anuncio importante para las dos provincias vascas (Vizcaya y Guipúzcoa), que negocian un régimen administrativo especial. «Hoy me complazco en hacer público que no solamente la recaudación de impuestos, sino la gestión de los mismos será descentralizada y que la Diputación Provincial tomará sobre sus hombros esta honrosa tarea y esta grave responsabilidad».El ministro señaló que no se trata de crear paraísos fiscales ni de romper la solidaridad con las regiones más necesitadas, sino de ceder la gestión dentro del concepto de unidad impositiva. Durante las reuniones mantenidas con los empresarios por la tarde, en la Cámara de Comercio y en la sede de la asociación para el progreso de la dirección, el señor Villar Mir hubo de escuchar no pocas quejas por la falta de liquidez de las empresas, por la escasa ayuda oficial a la inversión y por la ausencia de estímulos. Precisamente el ministro trató en todo momento de subrayar las medidas estimuladoras que el Gobierno piensa adoptar. Anunció, en fin, un proyecto de ley sobre grupos de empresas e insistió una vez más en su ya conocida fórmula: ahorrar, invertir, exportar.
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