Aún puede salvarse el barrio de Salamanca / y 4
Resulta chocante apreciar la pérdida de dotaciones colectivas en el centro de Madrid, proceso a cuya cabeza se encuentra el barrio de Salamanca. En nuestro último análisis, hemos querido acudir a alguna de las opciones de solución que la asociación vecinal propone, antes de que el declive global del área sepulte definitivamente su viabilidad residencial urbana.
En capítulos anteriores intentamos perfilar algunos de los problemas urbanísticos que sufre el barrio de Salamanca, de seguir adelante el Plan de Reforma Interior del Antiguo Ensanche de Madrid. Por ello, y a la hora de esbozar paliativos o aproximaciones a la solución de aquéllos, acudimos nuevamente a considerar las conclusiones del informe redactado por la Asociación de Vecinos del barrio de Salamanca.En un apartado relativo a la toma de postura de la Asociación sobre el tema que tratamos, se hace hincapié en que las modificaciones observadas en el barrio tal vez no se perciben inmediatamente por parte del vecindario, cuando presencia la desaparición de un colegio, un asilo o un espacio libre; sin embargo, a medio plazo, todos y cada uno de los vecinos se ven inmersos en una evidente reducción de la calidad de vida de su barrio, con la desaparición de opciones y expectativas de edificios socialmente útiles, cuya sustitución por otros de igual utilidad o se prevé difusamente o no se contempla en el enunciado del Plan de Reforma.
Si, por, ejemplo, un colegio desaparece por obra y gracia de la piqueta y sobre el solar que ocupaba se instala un edificio comercial de oficinas privadas, el vecino medio del barrio presencia generalmente esta alternativa como un hecho ajeno a sus intereses que en sustancia le da lo mismo. Sin embargo, a la hora de buscar plaza, escolar para un hijo suyo, las opciones se han reducido y la búsqueda y logro de soluciones puede acarrear problemas a su economía, al grado de arraigo que pudo haber adquirido antes respecto al barrio o a una multiplicidad de supuestos que quepa inferir.
La Asociación de Vecinos del distrito ha elaborado una síntesis de sus reivindicaciones, cuya sustancia se concreta en tres puntos. El primero de ellos se refiere no a la paralización total del Plan de Reforma, sino a lo que estima como necesaria revisión de sus efectos, sobre la calidad urbana Y residencial que hasta ahora esa área poseía. En sustancia, no pide más que una revisión de carácter parcial.En base a este principio genérico, tal petición la sustancian mediante la exigencia de que cese la concesión de licencias de derribo y de nueva edificación de aquellas construcciones que hasta ahora cumplían funciones colectivas. Además de solicitar la incorporación de los vecinos al proceso de preestudio, con el fin de que expongan sus demandas y se tengan en cuenta sus criterios, el informe señala claramente las fronteras entre la propiedad de los edificios socialmente útiles generalmente de cariz privado y el usufructo y provecho de sus funciones por parte del colectivo vecinal. El texto especifica su respeto hacia las instituciones privadas que por su cuenta o mediante subvenciones desarrollan funciones sociales en el área, pero muestra su disconformidad con la desaparición real o posible de las tareas colectivas y socialmente beneficiosas que venían desempeñando.No caería en el vacío la reflexión sobre estas reivindicaciones vividas por los vecinos del barrio de Salamanca, puesto que resulta evidente su mesura y su positividad. El declive de un barrio entrañable duele a la médula ya dolorida, pero curable, de toda nuestra ciudad.
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