La televisión en el debate

Acabo de ser espectador del mini-programa «La prensa en el debate dentro del segundo informativo de los viernes.La parcialidad en el enfoque de la «información» que se nos ha ofrecido a los españoles esta noche ha llegado casi a producirme náuseas. La utilización de toda la metralla que se ha podido reunir. recortando periódicos de dentro y fuera de España con la más consumada habilidad manipuladora para tomar como exclusivo blanco a la oposición democrática, ha constituido un espectáculo de irrespetuosidad hacia el teleespectador tan bochornoso, tan impúdico. que me avergüenzo de haber tenido la flema suficiente como para haberlo presenciado hasta el final.

Especial indignación me ha producido la reproducción y lectura, como «Editorial de la semana» de los párrafos del titulado «Referéndum así, por qué no?», con los que el diario Ya arremete en términos tremendamente injustos y del más insultante y feo estilo contra la oposición más transigente, negociadora, dialogante y serena con que hubiesen podido soñar nunca los herederos del régimen franquista.

Ofrecer esto al país desde la TV oficial equivale a desacreditar públicamente a muchos hombres que han dedicado su vida a luchar por la dignidad de los españoles, sin que los aludidos puedan contar con la más mínima posibilidad de réplica.

En la misma tónica, el más elemental fair play ha brillado por su absoluta ausencia durante el resto de la sección política del programa.

Soy de los que han opinado hasta hoy que el «sí», además de inevitable, es necesario para que el portillo abierto a la democracia no se le cierre al país. Pero, ante la actitud gubernamental que reflejan programas como el mencionado, y spots televisivos tan falaces como el que se emitió a continuación, he de decir que la abstención se me empieza a presentar como la única posibilidad que me dejan de quedar dignamente conmigo mismo.