Scheel pide apoyo para los obreros extranjeros y los repatriados

Una mayor comprensión y más solidaridad con los trabajadores extranjeros y los alemanes repatriados del Este pidió el presidente de la República Federal, Walter Scheel, en su tradicional mensaje navideño transmitido al país por radio y televisión.Al analizar el comportamiento de los alemanes con los extranjeros, el presidente reconoció las dificultades económicas que condicionan su vida, sobre todo en lo que se refiere a la adquisición de un hogar digno.

Trató, asimismo, de convencer a los alemanes de que el índice de la criminalidad no es más alto entre los emigrantes que entre los alemanes, y que en ocasiones éstos tenían circunstancias más atenuantes que los propios nativos.

Refiriéndose concretamente a los casos de robo, señaló que la opinión pública tendía a generalizar todo atentado contra la propiedad privada e inculpaba indiscriminadamente a todos los extranjeros.

Se quejó de que pese a los años que hace que Alemania Federal es país receptor de corrientes emigratorias importantes, aún se está lejos de haberse conseguido la integración.

Respecto a los alemanes repattiados del Este, apuntó que aunque en los últimos años habían seguido considerándose alemanes, no siempre habían encontrado el calor y la ayuda que era de esperar a su regreso a la RFA.

Invitó también a los alemanes a hacer lo posible para mejorar su imagen en el exterior, sobre todo en los países vecinos, indicando que Alemania necesitaba la solidaridad europea y tenía la voluntad de integrarse en el continente.

Declaración democristiana

Los jóvenes democratacristianos europeos, reunidos en un congreso en Luxemburgo, se declaran dispuestos a luchar por las mejores condiciones de vida de los emigrantes.

En un comunicado hecho pumico en Luxemburgo rechazan que los emigrantes causen el paro en Europa, ya quesegún dicen, fueron traídos al continente en épocas mejores, como si fueran materias primas.

Denuncian campanas de xenofobia y están dispuestos a luchar contra ellas.

Exigen que las autoridades europeas consideren a los emigrantes como si fueran trabajadores autóctonos, y piden una política de la información, tanto en Europa como en los países exportadores de mano de obra, para que no vengan emigrantes en años de paro.

Solicitan también campañas de información y formación en los países exportadores de mano de obra, para que los trabajadores puedan encontrar trabajo sin acudir a la emigración.