El seno impar
Lo último que han inventado es el seno moldeable para operadas. Y dice el slogan: «No tiene usted que preocuparse por una simple mastectomia.»En seguida le he preguntado a Nadiuska, claro, mirándola de hito en hito:
-¿Y tú cómo vas de la mastectomía?
Al principio no me entendía claro, que ella es oriunda. Por fin ha comprendido y se ha indignado:
-De eso nada, amog, que yo estoy completa, y si no pregúntale a Nacho de Noche.
Nacho de Noche parece que es Nacho Camuñas.
-¿Es que me engañas con un liberal? Esto es lo último.
Pero no. Lo que pasa es que Guadiana, la revista de Ignacio Camuñas, fue la primera en dar la flor doble y alta de los senos de Nadiuska, en huecograbado. O sea, que de mastectomía, nada. Pero ahí está el slogan frívolo, consumista y un poco necio: «No tiene usted que preocuparse por una simple mastectomía.» Es toda la mística del capitalismo.» Es toda tación de la enfermedad, el mal, la muerte. Hay que ser felices por buena educación, por civismo. Lo cuenta Luca de Tena en su última novela, referido a Fraga (no sé si es verdad o licencia poética). Un funcionario se le pone enfermo, siendo él ministro, y Fraga le dice:
-Hoy tenemos mucho trabajo.
¿No podría usted esperar a ponerse enfermo mañana?
Pues lo mismo pasa con la que tiene cáncer de mama y le amputan un seno. Que eso no queda fino, que no hay que preocuparse por una simple mastectomía y que ya está en las tiendas del ramo y perfumerías el seno impar, el seno moldeable para sustituir al seno canceroso, con la ventaja de que éste no engorda si te pasas con el turrón.
Lo único, acuérdate, gentil lectora, de con quién has salldo la noche anterior, porque el seno portátil suele perderse. Para pedírselo.
No hay que preocuparse por una simple mastectomía. Qué bobada. Se llama a la sauna y ya está:
-Que hoy iré media hora más tarde, que me la vayan calentando, porque primero voy a pasarme a que me hagan la mastectomía.
Como la que se hace los pies en el pedicuro. Hay que ser felices a toda costa. Es la mística del capitalismo. Acaba de traducirse al castellano un libro que se llama La increíble máquina de hacer pan. Es una desenfadada y brillante defensa del capitalismo escrita por un grupo de chicas y chicos americanos de veintitantos años, inteligentes y cínicos.
-Ahora se pretende estrangular el capitalismo -dicen- para curarle de su excesiva buena salud.
Una buena salud nutrida de pinochetazos, contaminación, CIAS, sangre, destrucción sistemática de la ecología, terrorismo y pornografía. La increíble máquina de hacer pan -el capitalismo-, es más bien la increíble máquina de hacercaca.
Pero ya hay un seno moldeable para cada operada y un televisor en colorpara cada niño mongólico. Hay que ser felices a rajatabla. Y, encima, el seno moldeable artificial parece que gusta más a los ligones que el seno.natural, silvestre y salvaje. Hemos pasado de la ortopedia a la pornografía. Todo el sistema capitalista es. una obstinada negación de la muerte mediante el tecnicolor y el propileno. Ya tenemos el seno de parafina, el seno de cirugía estética, el seno cultivado y florecido con hormonas, como un tiesto homosexual, y el seno de plástico para operadas. Yo lo que ando buscando es un seno de verdad, adolescente, pugnaz y silvano.
-Esto es la civilización del desperdicio y la cultura del robot -dice el abrecoches.
El abrecoches viene hoy de gorro ruso, chaqueta de cuadros, pantalón de pijama y una bota de pocero en su pie unico. Le viste materialmente la civilización del desperdicio. Todo lo que tira el barrio: «Pues hoy me han dado un seno usado de plexiglás para que se lo lleve a mi cuñada, que se lo operaron en el Seguro.» Porque el capitalismo, además, en él fondo es bueno a su manera.
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