"Un verdadero europeo no puede oponerse a la entrada de España en el Mercado Común"

EL PAIS: ¿Cuál es su opinión sobre el vigésimo aniversario de la firma del Tratado de Roma?Emilio Colombo: Después de veinte años de construcción euro pea, es necesario considerar a la Comunidad como una realidad tangible para los ciudadanos de los Estados miembros. Los reglamentos comunitarios afectan los aspectos diarios de la existencia del europeo, muchas veces sin que se den cuenta. Hay quizá ciertas lagunas, ya que muchos interpretan la idea europea como una integración total que debería realizarse de la noche a la mañana, cuando en realidad constituye el último estadio de un proceso a largo plazo.

EL PAIS: La ausencia de resultados prácticos, sobre todo en los últimos «consejos europeos» ¿No dan razón al ciudadano europeo para dudar de las posibilidades de una Europa unida?

E. C.: Es precisamente el desconomiento de la realidad diaria de la construcción europea, la que origina la irritación latente ante, la ausencia de decisiones espectaculares y una falta de interés por una Europa que se considera en gestación. Sin embargo Europa es una realidad concreta, a pesar de las divisiones existentes.

EL PAIS: Precisamente Europa, una vez más está dividida ante su posible participación en la cumbre occidental del 7 y 8 de mayo en Londres.¿Cuál es la opinión del presidente del Parlamento Europeo?

E. C.: Hay que recordar que la comisión política del Parlamento Europeo, presentó ayer una resolución pidiendo la presencia de la comisión europea en la cumbre de Roma. Resolución que fue aprobada por unanimidad en el Parlamento, lo que comparto personal mente y voy a defender ante las instancias competentes.

EL PAIS: El «consejo europeo » de este fin de semana en Roma debería despejar las últimas incógnitas que pesan sobre la posible elección por sufragio universal del Parlamento Europeo. En algunos países hay corrientes de opinión contrarías a una elección que reforzará el poder político del Parlamento ¿Cree usted que será posible respetar la fecha de mayo o junio de 1978, para celebrar dicha elección?

E. C.: Por primera vez en la historia de nuestro continente más de 250 millones de ciudadanos serán llamados simultáneamente para una elección democrática, que garantizará su representación directa en el seno de las instituciones europeas. Es verdad que hay ciertas dificultades en algunos países, pero no representan problemas graves en cuanto al fondo del asunto. El Parlamento trabajará para respetar la fecha prevista para la elección.

No a una Europa de «dos velocidades»

EL PAIS: Grecia negocia la adhesión a la CEE, Portugal la solicitará en breve y España espera superar su etapa democrática para hacerlo ¿Qué opina de la ampliación de la Comunidad, el presidente del Parlamento Europeo, en un momento de crisis socioeconómica importante?

E. C.: La ampliación de la Comunidad tiene una importancia vital ya que, gracias a este proceso y por la multiplicación de sus relaciones con el resto del mundo, la Comunidad podrá jugar un papel de equilibrio como potencia internacional. Pero, por el hecho mismo de su importancia y por su carácter irreversible, la ampliación debe considerarse con gran seriedad, a fin de que su alcance político (lo se vea disminuido por problemas técnicos o económicos.

EL PAIS: ¿Cómo ve usted la eventualidad de una adhesión de España ala Comunidad?

E. C.: No existe ningún verdadero europeo que pueda oponerse a la entrada de España a la Comunidad. España es una gran nación europea y nadie duda que, cuando sus instituciones garanticen el res peto de todas las opiniones, España decidirá unirse a los países a que estuvo ligada en el pasado y lo estará, sobre todo, en el futuro.

EL PAIS: Después de hablar de problemas políticos, de armonización democrática, salen ahora los aspectos económicos del problema ¿Serán decisivos para la adhesión?

E. C.: No hay que disimular las dificultades de orden económico, en relación con la adhesión de España a la Comunidad. Será necesario, cuando llegue el momento oportuno, tratar los asuntos económicos con gran atención para no comprometer la adhesión. Sin embargo el punto de partida pasa por la democracia. Esperamos que una España democrática constituya una aportación importante para la Comunidad. Espero que las elecciones que se celebrarán proximamente en España serán el punto de partida del proceso que conducirá a la adhesión de España a la Comunidad.

EL PAIS: Para insistir en las dificultades económicas, puesto que las políticas parecen en vías de solución, ¿cree usted en la posibilidad de una Comunidad Europea a «dos velocidades», una para países ricos y otra para países pobres, como sugieren algunos países miembros?

E. C.: No comparto la idea de una Europa a «dos velocidades». Europa debe desarrollarse conjuntamente. Como preveímos en 1957, en el curso de la firma de los tratados, Europa debe desarrollarse de manera equilibrada, con una colaboración en materia de política económica común para contribuir al bienestar de todos los pueblos de Europa, de manera armoniosa y equilibrada.