Perspectivas de escisión sindical en Portugal
¿Marcará el próximo primero de mayo el comienzo de la división del movimiento sindical portugués?A pesar del interés, hasta hora nunca desmentido, de los sindicalistas portugueses en el tema de la «unidad», muchos son los que ya consideran como inevitable esa ruptura tras la larga pugna por el control del movimiento sindical, dominado por la rivalidad entre comunistas y socialistas.
La CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses) heredera de la Intersindical y, hasta la fecha, central única, ha anunciado el programa de las conmemoraciones del primero de mayo de este año bajo el siguiente lema: «La unidad contra la recuperación capitalista y en defensa de la Constitución. »
Los sindicatos disidentes, agrupados en la llamada tendencia de «la carta abierta», ya han excluido la posibilidad de participar con la CGTP en las manifestaciones. No se reeditará, pues, el primero de mayo pasado «de la unidad a pesar de todo», que vio a dirigentes de la Intersindical y de la «carta abierta» codo con codo en una gran concentración en Lisboa.
Con el éxito del congreso de la CGTP a finales de enero pasado, del que participó una gran mayoría de sindicatos y los reveses sufridos por los socialistas en algunas elecciones sindicales en gremios afectos a la "carta abierta» (perdieron frente a los socialdemócratas el Sindicato de Empleados de Bancos del Sur) con el creciente refuerzo de las posiciones de los socialdemócratas en el sector estudiantil y en los sindicatos del sector terciario, la credibilidad del Partido Socialista al hablar en nombre de los trabajadores se encuentra seriamente comprometida.
La sustitución de Marcelo Curto por Maldonado Gonella en el Ministerio de Trabajo parece marcar el comienzo de un intento de recuperación ante este desgaste sindical socialista en beneficio de sus rivales directos, el PCP en el campo obrero, el PSD entre empleados y clases medias.
En una reunión con los ferroviarios socialistas el domingo pasado el ministro de Trabajo arremetió con fuerza contra la actual estructura sindical. Según Gonella, la atomización de los sindicatos profesionales y regionales, heredada del sistema corporatista salazarista, favorece actualmente la hegemonía de los comunistas en el aparato sindical, situación que está muy lejos de corresponder a la real situación en «las bases ».
La gran ofensiva sindical de los socialistas es complemento indispensable, en el espíritu del Gobierno, de la estrategia de «contrato social» entre el ejecutivo, el patronato y los sindicatos, en el que Mario Soares empeñó una parte considerable de su crédito interno.
A pesar de las acusaciones levantadas contra la CGTP, de hacer el juego del Partido Comunista, y de desatar contra el Gobierno una guerra política, ésta ha jugado hasta ahora un papel de freno, con lo cual las relaciones laborales han sido mucho menos conflictivas en las últimas semanas en Portugal que en el resto de Europa. Una ofensiva del Gobierno en este momento para provocar la creación de una central sindical más dócil a su política económica y social puede tener un efecto boomerang.
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