Tropas rodesianas penetran profundamente en Mozambique
Mozambique acusó ayer a Rodesia de lanzar «duros ataques» contra bases militares mozambiqueñas situadas en el sur del país, en el curso de una penetración iniciada el pasado sábado y concluida el domingo y que llegó a profundizar 75 kilómetros.La agencia oficial de Mozambique (AIM) señaló que los ataques fueron realizados contra tres bases militares situadas a unos treinta kilómetros de la frontera con Rodesia.
Radio Mozambíque anunció que sus fuerzas armadas derribaron dos aviones y un helicóptero rodesianos. La radio indica que los aviones rodesianos lanzaron bombas napalm sobre la localidad de Chioco.Por su parte, Rodesia ha anunciado ayer que sus soldados «habían atacado y destruido tres bases de guerrilleros nacionalistas negros» en Mozambique.
Una de las «bases» se encontraba a unos 75 kilómetros dentro de territorio mozambiqueño. El comunicado se refiere a la misma señalando que se trataba del principal centro de suministros desde donde se controlaban las incursiones sobre el sureste de Rodesia.
El Cuartel General de Operaciones Combinadas en Salísbury no da detalles acerca de los ataques, pero se cree que forman parte de una nueva estrategia destinada a reducir al máximo la afluencia de guerrilleros en territorio de Rodesia.
Cuando hace dos semanas las fuerzas de seguridad penetraron en Botswana, el primer ministro, lan Smith, dijo que el Gobierno de Salisbury tenía conocimiento de que se estaba formando en territorio de Zambia una fuerza nacionalista, advirtiendo que las fuerzas rodesianas de seguridad lanzarían ataques preventivos contra tales campamentos.
Paralítico ejecutado
La ejecución de un ciudadano de Namibia, paralítico de media cintura para abajo, en Suráfrica, fue deplorada ayer en Londres por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico. Filemón Mongolo, acusado de haber matado a un total de cuatro personas, fue ejecutado al amanecer, en lo que en Londres se calificó «una provocación de Suráfrica». Gran Bretaña había sido uno de los países que había apelado en favor de Mongolo cerca del Gobierno de Pretoria. Gran Bretaña teme que esta muerte cause un daño político suficiente como para paralizar los intentos de negociación constitucional del futuro de Namibia, que ahora está controlada ilegalmente por Suráfrica.
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