Continúa la contestación a las oposiciones

El tema de las oposiciones de acceso a los distintos cuerpos de profesores sigue siendo elemento de constante contestación y amenaza con convertirse en uno de los principales puntos de conflictividad académica en el próximo curso.

Ya en el pasado curso lo fueron, y sobre todo en el mes de julio, cuando se celebraron los exámenes de las últimas oposiciones convocadas para el profesorado de EGB y para catedráticos y agregados de institutos. Tales exámenes, que en la mayor parte de las provincias fueron contestados fuertemente por los opositores, provocando aplazamientos y suspensiones y alguna que otra alteración del orden, pusieron en evidencia la poca simpatía de que disfrutan las oposiciones como sistema de selección del profesorado a todos los niveles.Recientemente, el Consejo Superior de Colegios de Doctores y Licenciados hizo público un duro comunicado reiterando sus conocidas tesis sobre la irracionalidad de un sistema que la Administración no parece muy dispuesta a suprimir, en base al repetido argumento de que el sistema de oposiciones es el que constituye hoy el normal procedimiento de acceso a los demás cuerpos de funcionarios de la Administración y no sólo para la carrera docente. En este sentido se pronunciaban recientemente fuentes competentes del Ministerio de Educación y Ciencia, al desmentir rotundamente la noticia, puesta en circulación por algunos periódicos, de que era inminente la supresión del sistema de oposiciones.

Según informa nuestro corresponsal en Barcelona, Alfons Quintá, la convocatoria de oposiciones de ámbito estatal para cubrir plazas de profesor adjunto ha sido considerada en medios universitarios catalanes consultados por EL PAIS como «un grave error que hipoteca e incluso pone en duda los deseos de, autonomía expresados por el ministro de Educación y Ciencia y el secretario de Estado para Universidades e Investigación, en ocasión de su reciente entrevista con los tres rectores catalanes». En definitiva, se afirma, el lo convierte en desilusión lo que en pasadas semanas ha sido esperanza.

La primera reacción oficial proviene de un documento conjunto suscrito por la coordinadora de profesores no numerarios (PNN) y por la llamada comisión de opositores. En él se expresa el rechazo de la sorprendente convocatoria, que también es calificada de decisión unilateral tomada en un momento en que «parecía que se acordaría el aplazamiento de estas oposiciones».

El documento concluye afirmando que esta decisión «puede agravar tanto los conflictos en la universidad en el curso próximo como puede dejar sin contenido, la autonomía universitaria».

A este respecto, recordamos que cuando tomó posesión de su cargo el actual ministro, Iñigo Cavero, declaró a EL PAIS que el trauma de un sistema, el de las oposiciones, que tiene muchos defectos, «podría superarse mediante concursos para contrastar la dedicación y la labor investigadora y formativa». Al mismo tiempo, el señor Cavero se mostraba partidario de «un gran debate» con participación de todos los estamentos, «para que el debate no fuera una imposición», en el que se estudiaran las posibles fórmulas concretas para la sustitución del sistema de oposiciones.