Red de bibliotecas municipales: un proyecto urgente
El servicio de bibliotecas que el Ayuntamiento de Madrid ha proporcionado al ciudadano en los últimos años ha sido prácticamente nulo. Todavía hoy, tras la reapertura de la Biblioteca Municipal central -que permaneció veinticuatro años cerrada- es más que insuficiente. Además de la central -situada en el mismo edificio que el Museo Municipal, en el número 78 de la calle Fuencarral-, sólo existen dos bibliotecas municipales, ambas creadas antes de la guerra: la del Puente de Vallecas -cerrada por obras de ampliación- y la de Chamartín-Tetuán.
Ante esta situación, el anterior de legado de Cultura del Ayuntamiento, señor Vallés propuso montar una red de bibliotecas municipales de distrito en los locales del patrimonio municipal. Los planos y presupuestos del proyecto ya se han elaborado, pero todavía están pendientes de aprobación.Según la directora de la biblioteca, Enriqueta Ortiz de Rozas: «lo más urgente es reformar las bibliotecas de Vallecas y Chamartín y, a continuación, abrir dos más: una en Legazpi y otra en Pueblo Nuevo, que son las zonas más necesitadas de este servicio. Las restantes, hasta un total de doce, se irán instalando paulatinamente».
Uno de los problemas que se presentan es conseguir los libros para ponerlas en funcionamiento. «Los lotes fundacionales debería darlos el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento se comprometería a renovar y actualizar los títulos», señaló la señora Ortiz de Rozas. Pero a esta colaboración parece que se opone cierta rivalidad absurda entre las bibliotecas populares, que dependen del Ministerio y las municipales.
Hemerotecas al aire libre
Otro proyecto pendiente de realización es el de instalar una serie de centros de lectura de revistas en los parques y jardines de Madrid; un servicio gratuito destinado a los niños, ancianos y público en general.Con carácter experimental se instalará dentro de uno o dos meses un quiosco en los jardines del Arquitecto Ribera, detrás de la biblioteca, y si tiene éxito se pondrán puestos similares en otros jardines de la ciudad.
«Quiero ser optimista y confíar en que la gente no se lleve las revistas o las rompa -comentó la directora de la biblioteca-. En este caso sería relativamente sencillo llevar a la práctica este plan. El local que tenemos en la antigua Casa de Fieras del Retiro se convertiría en depósito central y cada día una furgoneta repartiría las revistas por los distintos quioscos. »
En cuanto al tipo de publicaciones que se pondrán al alcance de público los criterios son bien claros: nada de política o de pornografia: serán revistas infantiles, de modas y cocina, deportivas, de bricollage, etcétera.
«Para reducir los gastos se pedirá a las editoriales que cedan en donación los números retrasados de las revistas que editan y solicitaremos los libros de la Editora Nacional sobrantes de la Feria del Libro».
Problemas de personal
La escasez de personal, consecuencia de la insuficiente asignación que suelen recibir los centros culturales, es el principal problema que tiene la biblioteca central.«El personal es mínimo, señaló la señora Ortiz.» Yo soy el único archivero. Conmigo trabajan una secretaria, una mecanógrafa, varias becarias y muchachas que hacen el Servicio Social. Además, tenemos cinco subalternos. Pero no me quiero quejar porque creo que conseguiré un técnico o dos y cinco subalternos más para poder abrir la biblioteca por la tarde. »
«Quiero aclarar -continuó- que la biblioteca no se ha cerrado desde que se inauguró el pasado mes de junio, contra lo que se ha dicho en algunos periódicos. Que la puerta de Fuencarral está cerrada no quiere decir que lo esté la biblioteca porque el acceso para los lectores está situado en la fachada posterior del edificio, en los jardines del Arquitecto Ribera. »
Hasta ahora el horario de la biblioteca era de nueve a dos, pero cuando se instalen luces en los pupitres de la sala de lectura y se incorporen los cinco conserjes solicitados se mantendrá abierta al público toda la tarde, de cuatro a nueve de la noche.
Fondos: colecciones únicas
Los fondos de la Biblioteca Municipal están formados por 80.000 volúmenes y 8.000 folletos. Cada año se invierten 250.000 pesetas en la compra de libros de actualidad y en la continuación de las colecciones abiertas. Los donativos, legados y publicaciones oficiales del Ayuntamiento y del Ministerio de Cultura son las fuentes gratuitas de abastecimiento.Las colecciones más consultadas por los lectores son las relativas a temas madrileños, música y teatro (hay 1.680 partituras), toros y literatura del siglo XIX. La biblioteca posee, además, dos colecciones especializadas de gran valor (la paremiológica, de refranes populares, y la cervantina), nueve incunables, 358 manuscritos, libros raros, mapas y planos de interés.
Hasta ahora se han expedido un total de 260 tarjetas de lector -de investigadores, transeúntes y lectores de la sala general-. Sin embargo, la sala de lectura -con sesenta puestos- no suele estar muy concurrida a causa de los horarios exclusivamente matutinos y de la temporada estival, aunque es probable que en breve se presenten problemas de espacio.
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