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El eurocomunismo, última fase del marxismo

Lenin definió el imperialismo (exportación del capitalismo monopolista a los países coloniales) como la última fase del capitalismo. Pienso que el eurocomunismo es, probablemente, la,última fase de un marxismo anticuado en sus análisis económicos y sociales, y en grave crisis de sus planteamientos filosóficos y, sobre todo, éticos. Los marxistas saben que, logrados importantes objetivos de su avance en países subdesarrollados, o donde ha podido imponerse el comunismo por la ocupación militar, no podrán penetrar en zonas como la Europa occidental, protegidas militarmente por la OTAN y. en definitiva, por el poder militar amenicano, más que desde dentro. Fracasados todos los intentos de hacerlo por vía revolucionaria, se buscan otros medios más practicables...El eurocomunismo sostiene que, siendo improbable una tercera guerra, las condiciones que hicíeron posible el golpe de Lenin y Trotsky, en 1917-1918, son, inefectibles y hay que buscar otra cosa. Para ello hay dos caminos: uno la explotación constante y sistemática de las crisis (económicas, sociales, políticas, de conciencia) de las sociedades libres: ahondando la ya existente, forzarido otras nuevas. o aún no manifestadas, aprovechando cualquier coyuntura para variar «la correlacción de fuerzas».En segundo lugar se recurre al mecanismo de la «infiltración», contraponiéndolo al de la destrucción violenta.

Se renuncia, por último, a la «dictadura del proletariado», dejándolo para los países subdesarrollados; al monolitismo del modelo socialista, y se acepta que, además de los campesinos y obreros, otros grupos (intelectuales, estudiantes, etcétera) puedan protagonizar la revolución.

Pero lo demás, lo esencial, no cambia. Se mantiene la validez del materialismo histórico y del predominio del factor económico sobré los «epifenómenos» religiosos, culturales, morales, etcétera. El «desarrollo creciente imparable» de los medios de producción (¿quién lo logró, por cierto, en España?) es garantía de que el proceso seguirá hacia adelante.

Se sostiene igualmente el principio de «lucha de clases». Hay una distinción más vaga y más sutil frente a la vieja de «burgueses» y «proletarios»; hoy proletarios quedan pocos, y no faltan los burgueses que presumen (por egoísmo o por snobismo) de marxistas. Perola lucha entre «las fuerzas progresistas» y las « fuerzas reaccionarias» sigue implacable.

Se postula en fin, que hay un «proceso revolucionario» a escala mundial que terminará, sin duda, con la derrota de los,«sistemas capitalístas e imperialistas». para llegar a un sistema socialista global, y, por supuesto, que donde sea posible (Vietnam, Cuba) es perfectamente lícito el uso inteligente de la violencia. La actitud respecto al uso paralelo de formas terroristas. de la presión fuerte por manifestaciones masivas y huelgas políticas, es igualmente ambigua, y se administra, sin escrúpulos ninguna clase. a partir de un principio de legitimación general. de que vale todo si sirve...

Evidentemente, esto no eb ulla «tercera solucíón». intermedia entre el capitalismo liberal y el comunismo leninista. Recordando la frase de Clausewitz diremos que el eurocomunismo es el comunismo clásico continuado por otros medios. Es otro camino hacia la meta, pero ésta sigue siendo la misma: el establecimiento. de una sociedad con economía planificada totalmente por un Estado controlado por los comunistas.

27octubre

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