Francisco Nieva convierte "La Paz", de Aristófanes, en un auto sacramental burlesco
La compañía popular de comedias Corral de la Pacheca comenzó ayer una breve temporada en el teatro nacional María Guerrero, con la obra La Paz (celebración grotesca sobre Aristófanes), original de Francisco Nieva, dirigida por Manuel Canseco. La compañía está encabezada por Julia Trujillo y Carlos Lemos; bocetos de decorado del Grupo Escuela AD, con figurines y máscaras de Juan A. Cidrón y Juan M. Cruz. La obra se estrenó el pasado verano en el teatro romano de Mérida y también ha sido representada en Sevilla.
El dramaturgo Francisco Nieva ha realizado un homenaje al comediógrafo griego Aristófanes, convirtiendo su obra La Paz en un auto sacramental burlesco, según declaró a EL PAIS. «Aristófanes es el primer poeta cómico de la historia del teatro occidental. Con una total falta de prejuicios, es un hombre que se arroga el derecho de criticar todo lo que le parece criticable, con la subjetividad de todo autor con fobias tremendas y animosidades contra individuos de su tiempo. Como teatro comprometido, su obra es una muestra excelente de compromiso de la realidad. Es el teatro de un poeta de hoy, a pesar de que era provocativo y agresivo, procaz y ordinario a veces. PIatón lo incluyó como comensal en su famoso Banquete. Tenía el atractivo de ser el escritor más comprometido de su tiempo, capaz de criticar a políticos y militares, achacándoles la decadencia del país.»Nieva considera que las comedias de Aristófanes contienen mayor actualidad que la trascendencia que encierra la tragedia griega, exponiendo con libertad las ideas teatrales del comediógrafo griego. «Sigo creyendo que la madre del teatro es la tragedia. Esta obra tiene el atractivo para los especialistas de ser un teatro político al ciento por ciento. Más que una traducción, con La Paz he realizado un homenaje a Aristófanes, ya que las continuas alusiones a personajes contemporáneos eran incomprensibles para el público actual. El teatro político participa de una cierta impureza política. En La Paz oculta a su público una auténtica derrota de la democracia ateniense frente al aristocratismo espartano. Por medio del teatro oculta al público el tributo que debe de pagar con relación a la auténtica democracia que se estaba defendiendo.»
La versión que se presenta de La Paz tiene una «estructura de auto sacramental burlesco». «Está realizada -dice Nieva- desde un punto de vista muy español. Empleo un lenguaje entre barroco y surrealista, racionalista, con trozos en verso, dentro de una estructura de auto sacramental, aprovechando los personajes más emblemáticos. Es una especie de comedia en torno a La Paz. Incluso Aristófanes entra en escena y hace un panegírico del teatro cómico moderno, capaz de mezclar la mejor poesía lírica y heroica a los detalles más rastreros del teatro de feria, de la revista, del sainetón.»
Encuentra en La Paz un arranque moderno y sorpresivo, ejemplo de teatro surrealista. «Hay en la obra el atractivo del empleo de personajes emblemáticos, como la guerra, el tumulto, que ocupan un puesto prominente. Estos personajes emblemáticos están dentro del público español, que está muy habituado a esta magia emblemática a partir de nuestro teatro barroco y de magia. En este tipo de teatro incidimos varios autores como Ruibal, Romero Esteo y otros, pero los actuales empresarios tienen una gran desconfianza y sólo podemos estrenar a salto de mata.»
La compañía Corral de la Pacheca rompió el verano pasado la tradición de tragedia en el teatro romano de Mérida con el estreno de esta obra. Manuel Canseco, director de La Paz, y todo el equipo han acondicionado el montaje al nuevo espacio escénico. «Con nuevo decorado y mecánica -declara Manuel Canseco- hemos intentado una especie de sinfonía casi circense, tanto en los cambios de ritmos como en la actuación de actores y vestuario sorpresivo. Como empresa privada hemos realizado un gran esfuerzo para este espectáculo, que se puede calificar de insólito. Nieva nos ha dado las sugerencias de su lenguaje, con un montaje casi barroco, sin falsear el texto de un tema que se mueve entre lo burlesco y lo irónico.»
Babelia
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