Continúan los atracos contra gasolineras

A cerca de medio millón de pesetas se eleva la cantidad obtenida por los atracadores de estaciones de servicio, modalidad delictiva que ha tomado un auge alarmante tanto para los empleados nocturnos de gasolineras como para los propietarios de este tipo de establecimientos.En la madrugada de ayer, sobre las cuatro y media, una nueva gasolinera, esta vez en la avenida de Aragón, 96, esquina a la calle de Miguel Yuste, fue asaltada por cinco jóvenes que amenazaron al empleado Antonio Serrano con dos pistolas que otros tantos integrantes del grupo llevaban.

Como en las seis ocasiones anteriores ocurridas en el plazo de semana y media, los atracadores arrebataron la cartera al empleado cuando aquélla contenía unas 30.000 pesetas.

Ante tan exigua cantidad, los asaltantes obligaron al señor Serrano a que les acompañara al interior de la oficina que dicha estación posee, en donde, tras forzar una cerradura, se apoderaron de vales de gasolina por valor de 60.000 pesetas.

Los atracadores, según manifestaría posteriormente el empleado, huyeron en un Seat 124 ó 131 de color amarillo, del que no se pudo tomar la matrícula.

Según informó a EL PAIS el jefe de la Primera Brigada de Investigación de Madrid se han dado órdenes de intensificar la vigilancia en una serie de establecimientos como gasolineras, clubs, supermercados y otros, que desde hace un tiempo sufren atracos bien ocasionalmente o por oleadas.

Por su parte, los propietarios de gasolineras informaron a EL PAIS que de continuar esta serie de delitos contra sus locales, bien la patronal de la Agrupación de Propietarios o un grupo de ellos solicitará la celebración de una asamblea para, como ya se produjo hace más de un año, buscar soluciones y solicitar una vigilancia del Gobierno «que evite el peligro constante en el que nuestros empleados realizan su, trabajo».

Entre las medidas que se tomaron en la asamblea del pasado año, convocada por el mismo motivo, se acordó la instalación de unas cajas en las que los empleados colocarían los billetes, cajas, que sólo podrían ser abiertas por el propietario al día siguiente a la hora de ingresar el dinero en una entidad bancaria. Sin embargo, y a pesar de que tal medida hubiera hecho disminuir ahora el número de atracos, muchas de las estaciones de servicio no las han instalado.