Difícil arreglo
Por lo que se ve el fútbol español tiene dificil arreglo. Aunque se producen cambios agradables, como la impresionante y sorprendente marcha de un modesto llamado Rayo Vallecano, continúan las agresiones.El domingo se produjeron otros dos hechos desagradables. En Las Palmas, un exaltado se lanzó al campo y de no mediar la intervención de los propios jugadores canarios y del Español, el colegiado Balsa Ron, pese a su corpulencia, pudo pasarlo mal. En el campo Ramón de Carranza gaditano, el jugador del Spórting de Gijón Núñez, su defensa vasco, sufrió un botellazo que le dejó inconsciente. Otro exaltado le tiró al árbitro, desde el graderío, una navaja cabritera, que, afortunadamente, no hizo blanco.
Las vallas, solución irremediable tomada por la Federación Española tras los sucesos lamentables de la temporada pasada, comienzan a ser ya superadas. La puntería de los incontrolados es cada vez mejor, y ahora está la nueva versión: salvaje del lanzamiento de, navajas. ¿Hasta cuándo?
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