Denuncian la instalación de un casino en el cuartel de Corps
La Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico- Artístico (Adelpha) ha presentado una impugnación al anteproyecto de instalación de un casino de juego en el edificio denominado Cuartel de Guardias de Corps, de La Granja de San Idelfonso (Segovia), por considerar que esta obra constituiría un daño irreversible, no ya para el monumento considerado individualmente, sino también para el casco histórico de La Granja, todavía relativamente bien conservado.El edificio del antiguo cuartel de guardias de Corps es una construcción del siglo XVIII, perteneciente a un barroco en el que la impronta del estilo cortesano e internacional no ha suprimido las notas características del casticismo barroco tradicional español y pieza notable dentro de esta variedad estilística.
«El palacio real de La Granja -dice Adelpha-, con sus dependencias y jardines,- está declarado monumento nacional por decreto de junio de 1931. En contra de los más elementales criterios en materia de restauración monumental, y de cuanto conlleva la citada declaración oficial, el anteproyecto ofrecido a información pública supone, más que una restauración del inmueble, su completa desfiguración o destrucción.»
De los tres promotores de la sociedad anónima Casino de La Granja, SA, que cuenta con un capital inicial de doscientos millones de pesetas, uno es alcalde de La Granja y otro teniente-alcalde de la misma localidad.
Además de este escrito se han producido dos más, firmados por más de noventa vecinos, en los que se analiza igualmente la improcedencia de instalar el casino en el cuartel de Guardias de Corps.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
