El Supremo, a favor del desvío del río Llobregat
El Tribunal Supremo falló en contra de la demanda presentada por el Ayuntamiento de El Prat y varios afectados, relativa al desvío de las aguas del río Llobregat en la proximidad de su desembocadura. La sentencia indica que el Ministerio de Obras Públicas obró conforme a derecho. Con ello adquiere una nueva dimensión, lo que, sin lugar a duda alguna, es desde 1971 uno de los más graves problemas de ordenación del territorio y ecológico de toda Cataluña.
El río Llobregat desemboca muy cerca del término municipal de Barcelona, concretamente entre el puerto y el aeropuerto barcelonés. El proyecto del Ministerio de Obras Públicas tiene como finalidad oficial la ampliación del puerto de Barcelona. Fuentes ciudadanas se refirieron, no obstante, a importantes intereses privados que saldrían beneficiados con la desviación del río.La demanda ante el Tribunal Supremo, presentada por el Ayuntamiento de El Prat, con el asesoramiento del catedrático Eduardo García-Enterría, y por industrias afectadas, se refería principalmente a que el desvío implicaría una salinización de las aguas utilizadas por el importante polígono industrial de la zona franca, de más de mil hectáreas de extensión, donde se encuentra la mayor concentración fabril de Cataluña. Los demandantes argumentaron que el proyecto de obras del Ministerio citado era incompleto, por cuanto no evitaba dicha salinización. Se consideraba contraria a derecho la aprobación por el Ministerio de la información pública del proyecto y la declaración de urgencia de la expropiación de terrenos.
El proyecto de desvío estuvo en el centro de lo que puede haber sido la más importante movilización por un problema de este tipo, destacando numerosas concentraciones populares apoyadas por el propio consistorio de la localidad de El Prat, colindante con Barcelona.
En un primer momento el Ministerio pretendió convertir en dársena portuaria. Por otro, apanuación optó por rellenarlo y desviarlo hacia el Sur, es decir, hacia los terrenos del aeropuerto de Barcelona.
Las primeras críticas al proyecto ministerial se basaron en un documento-informe elaborado por el hidrólogo francés Joseph Agie sobre la posible salinización de las aguas industriales del mencionado polígono industrial.
Posteriormente se informó de la existencia de intereses privados que podían tener intereses específicos en el tema. Por un lado, aparecieron relaciones directas entre un ingeniero de la Delegación del Ministerio de Industria y Energía de Barcelona y la firma Egresa, que comercializó arenas extraídas en la construcción de la dársena portuaria. Por otro, apareció la sociedad Poligonal, SA, dedicada a la promoción inmobiliaria y vinculada a personas del grupo del Banco de Madrid, al que a su vez están vinculados Jaime Castell, Juan Antonio Samaranch y lo estuvo Joaquín Viola, ex alcalde de Barcelona asesinado por un comando terrorista. Esta sociedad adquirió, como primera actuación mercantil, cuarenta hectáreas junto a la playa de El Prat, muy pocos kilómetros al sur de la actual desembocadura del río Llobregat.
Muy poco después una comisión interministerial presidida por el catalán José M. Ordeig, entonces subcomisario del Plan de Desarrollo y bien relacionado con alguna de las personas mencionadas, recomendó el desvío de los tres kilómetros finales del mencionado río, con lo cual la nueva desemboadura venía a situarse al lado de las citadas cuarenta hectáreas de Poligonal, SA. Puede añadirse que el proyecto de desvío considera que el nuevo cauce fluvial debe tener una considerable anchura -unos cuatrocientos metros- hecho que le puede convertir en buena zona para competiciones náuticas e incluso instalaciones deportivas.
En el delicado panorama aparece también la empresa Urprasa vinculada a personas que también o están con Poligonal, SA. Es propiedad de Urpasa unas ochenta hectáreas ubicadas un poco más al sur de los terrenos de Poligonal, S.A. La finalidad de Urprasa sería a de crear una zona de turismo de lujo, proyecto que, desde luego, se vería potenciado por la proximilad de un puerto deportivo.
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