Sadat se entrevista con el ministro de Defensa israelí

Ezer Weizman, ministro israelí de Defensa, se entrevistó ayer aquí con el presidente egipcio Anuar el Sadat y con su ministro de Defensa, general Mohamed Abdel-Ghani el Gamasi. El encuentro siguió a otro de Sadat con Simon Peres, jefe de la oposición israelí, la semana pasada en Viena, y precede a la reunión que efectuarán el próximo lunes 17 en Londres el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan, y su colega egipcio, Ibrabim Kamel, con el propósito de volver a discutir sus respectivos planes de paz para Oriente Próximo, ya rechazados en principio por El Cairo y Jerusalén.

La entrevista de ayer entré Weizman y Sadat-Gamasi, previamente aprobada por el prlmer ministro de Israel, Menahem Begin, ha sido el prime contacto directo mantenido por Weizman con Sadat desde su viaje a El Cairo, el pasado 31 de marzo.En diversos medios europeos se especula con la posibilidad de que tras la próxima conferencia de Londres, las conversaciones de paz entre las dos naciones prosigan en la local dad de Al-Arish, en el norte del Sinai.

Ayer, en una conferencia de prensa en Jerusalén, Dayan dijo que no podía confirmar esa perspectiva. Explicó también que durante la reunión de Londres examinará con Gamasi los tres «elementos clave» sobre los que pueden desarrollarse las negociaciones, es decir, la última propuesta egipcia, en la que se prevé que Cisjordanla y Gaza sean administradas por Egipto y Jordania durante los próximos cinco años -antes de consumarse la autodeterminación y posible formación de un Estado palestino-; el plan paz israelí, dado a conocer por Jerusalén en d Iclembre último, y la fórmula para la continuación de las negociaciones en el curso de las próximas semanas.

Sobre este último punto, Dayan anticipó su disposición a que las conversaciones se realicen en Al-Arish. Subrayó, sin embargo, que Egipto aún no se ha pronunciado sobre el asunto.

Dayan expresó también que la conformidad dada por Egipto a la próxima reunión de Londres constituye, tras la nterrupción de las negociaciones por El Calro en diciembre, un «factor positivo».

Se mostró, no obstante, bastante pesimista en cuanto a los posibles resultados de esa reunión, e indicó que no considerará «importante» una eventual «declaración de principlos».