Polisario confía en un vuelco espectacular del conflicto saharaui

El Frente Polisario afirmó ayer haber derribado un avión marroquí F-5, de construcción norteamericana, y capturado a su piloto, en el curso de la opeación militar desarrollada el pasado domingo a cincuenta kilómetros de la localidad de Smara. El movimiento saharaui estima, por otro lado, que la «dinámica de paz» abierta por la nueva situación creada en Mauritania, sigue su curso normal y podría desembocar a corto plazo, en un vuelco político espectacular en el conflicto del Sahara.

Las dos últimas operaciones militares señaladas por el Polisario a través de un comunicado emitido en la capital argelina, conciernen a un ataque efectuado el 7 de septiembre en la región de Um el-Ghaim, donde fue interceptado un convoy marroquí, y el hostigamiento a otra columna integrada por tropas marroquíes, tres días más tarde, en la zona de Kreibichate, cerca de Smara. En esa última operación el Polisario habría capturado a un capitán de la fuerza aérea marroquí, tras derribar el avión que éste tripulaba.En el marco político es notorio que el proceso de negociación al que se han referido en varias ocasiones las autoridades argelinas y francesas sigue desarrollándose discretamente. Dos puntos de referencia muy significativos son la ausencia total de recriminaciones a Francia en los medios informativos oficiales argelinos, desde hace varias semanas, y la importancia concedida aquí a la visita efectuada por un emisario del presidente de Costa de Marfil, quien se entrevistó esta semana con el primer mandatario argelino Huari Bumedian.

Relaciones Argel-Madrid

En ese contexto, por motivaciones tácticas o simple convencimiento, se han filtrado aquí algunos razonamientos que tienden a considerar inútil una acción de la diplomacia española, dentro de los límites trazados por París y Argel, aunque a tal respecto el Frente Polisario ha sido más preciso que los argelinos al solicitar recientemente a España que no permanezca ausente del esquema que conduciría a la estabilización de la región magrebí.

La existencia del contencioso representado por el cautiverio de los tripulantes del pesquero Las Palomas, a lo que hay que añadí los reiterados ataques contra la flota pesquera española que acostumbra faenar en el banco sahariano, podría verse aligerada si, como ha sido sugerido por algunos dirigentes polisarios, éste pone rápidamente en libertad a los pescadores. Pero, por el momento, el movimiento saharaui mantiene un mutismo oficial, negándose incluso a comentar las declaraciones de la izquierda española, en el sentido de lamentar la actitud del Polisario con respecto a los pescadores canarios.

En el marco de las relaciones hispano-argelinas reina el marasmo total en espera de que pueda producirse el encuentro de alto nivel previsto desde que los ministros Oreja y Buteflika se reunieran en Nueva York al margen de la conferencia sobre el desarme. La representación diplomática española está dirigida actualmente por un secretario de segunda, Rafael Valle Garagorri, síntoma del estado de «hibernación», altamente significativo, del clima que sigue reinando entre Argel y Madrid.