Renfe no piensa prescindir de los terrenos de la estación de Atocha
En los planes de Renfe no entra, ni a corto ni a medio plazo, dejar de utilizar los terrenos de la estación de Atocha, por considerarla pieza clave para el transporte ferroviario en la provincia de Madrid, e incluso la compañía nacional de ferrocarriles tiene en estudio un proyecto para potenciar el tráfico de la estación, saturado hace ya tiempo, supo ayer EL PAÍS de una fuente de Renfe.
La compañía tiene, igualmente, prevista la posibilidad de volver a utilizar la estación de Príncipe Pío (Norte) para trenes de largo recorrido, con el fin de descargar el supersaturado eje Atocha-Chamartín y, en particular, la primera de las estaciones, mediante la construcción de un nuevo trazado Atocha-Príncipe Pío. Esta última estación había sido desechada hace varios anos para trenes de largo recorrido, y se está utilizando únicamente para cercanías.Finalmente, la estación de contenedores que Renfe tiene en Peñuelas, donde, además, está situada la terminal de aduanas para trenes de mercancías, tampoco será desalojada en tanto no pueda desplazarse la misma a alguna de las estaciones existentes. sea Atocha o Chamartín.
Renfe desechó ayer, a través de una fuente de la compañía, la viabilidad de construir una gran estación en el sur de Madrid, al estilo de Chamartín, «porque supone una muy fuerte inversión que la compañía no puede afrontar». Por el mismo motivo, la ampliación de Chamartín no será efectuada en un futuro próximo.
Esta sería la respuesta de Renfe al proyecto que EL PAÍS publicó el pasado día 8 de octubre, firmado por tres arquitectos del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en el que se estudiaba la posibilidad de crear un gran circuito cívico-cultural y de zonas verdes con los más de un millón de metros cuadrados que suponen las estaciones de ferrocarril de Atocha. Príncipe Pío, Delicias, Imperial y Peñuelas, que Renfe podría dejar de utilizar en su día.
Fuentes oficiosas, aunque fidedignas, de Renfe calificaron el proyecto citado como un buen proyecto, aunque utópico, «porque olvida el problema del transporte ferroviario y que Renfe intenta, ante todo, cumplir con su obligación de empresa de servicio público, ofreciendo a la colectividad la solución que permita una mayor calidad y cantidad en los servicios de cercanías de Madrid».
Renfe hizo saber en los últimos días al Ayuntamiento de Madrid que ambos organismos han de actuar de común acuerdo «para optimizar el servicio ferroviario de cercanías sin tener en cuenta, salvo instrumentalmente, si fuera necesario, el aprovechamiento de los terrenos que pudieran ser desafectados». Igualmente, añadía que «en caso de que los recursos propios del Estado y/o aportados por el Ayuntamiento y por Renfe no fueran suficientes (para un planteamiento global de los problemas del transporte ferroviario) habría que allegar fondos a través de la venta de los terrenos liberados necesarios, afectándose tales productos patrimoniales a la financiación de las inversiones necesarias».
Dicho en otras palabras, la posición de Renfe sería: 1. Atocha no se puede desplazar y, además, ha de convertirse en la gran estación del sur de Madrid. 2. Renfe estaría dispuesta a ceder el resto de las estaciones al pueblo de Madrid, siempre que el Ayuntamiento financie una parte de los ingresos necesarios para hacer la gran estación de Atocha. 3. Renfe estaría dispuesta a hacer subterránea la terminal de esta estación. siempre y cuando técnicamente fuese posible, por lo que también cedería los terrenos de Atocha. 4. Caso de que el Ayuntamiento no aportase los recursos necesarios, Renfe se vería obligada a vender una parte de los terrenos de que dispone para proceder a sufragar las reformas que necesita el transporte ferroviario en Madrid. En este caso, siguiendo todos los procedimientos administrativos, Renfe podría vender incluso a particulares, aunque preferiría hacerlo al Ayuntamiento de Madrid. 6. Renfe cree que en un planteamiento global sería necesario buscar conexiones entre el ferrocarril y otros medios urbanos, como el autobús y el Metro.
«Para conseguir llevar a cabo este planteamiento -añadieron las mismas fuentes de Renfe- sería preciso, a medio plazo, presentar un proyecto de ley que fije las actuaciones administrativas y financieras precisas para resolver los problemas del transporte. Una vez aprobada la ley se estabIecerían convenios particulares entre el Estado y el Ayuntamiento.»
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