«Hemos sentado las bases de una sociedad libre»
«La votación histórica que hemos efectuado está inmersa en un proceso que se abrió con la restauración de la Monarquía. tomó impulso con el nombramiento del actual presidente del Gobierno: quedó expedito el 15 de diciembre de 1976, y, tras las negociaciones con la Oposición, se materializó el 15 de junio de 1977. En este proceso han concurrido la voluntad unánimemente democratizadora del pueblo con la existencia de la institución monárquica, de una política de Gobierno lúcida y perspicaz y del sentido de responsabilidad desplegado por todas las fuerzas políticas.Mandato explícito
El pueblo español no quiere estar condenado a repetir su historia y por eso nos ha dado a todos ese mandato explícito de truncar, de romper de una vez la triste tradición de las reacciones pendulares, del pueril empeño de reescribir la historia a cada paso. Nosotros, que hemos participado en todas las fases. hemos participado también en unos trabajos ejemplares por su espíritu y su eficacia en el seno de la Comisión Mixta, en donde se ha llegado a algo tan sin precedente como la elaboracion unanime de un texto constitucional.
La común tarea de pacificación y de equilibrio requería una serie de grandes acuerdos básicos, a lo que se ha ido llegando en una técnica de ampliación sucesiva y de los que hay que citar tres grandes, áreas: la del modelo de sociedad, la de las instituciones de la democracia y la de las autonomías.
El texto de la concordia
Esta es la Constitución de la concordia y del consenso, Ingrediente esencial para consolidar un Estado que tenga legitimidad. Sólo así podremos resolver problemas como el del terrorismo, que ayer mismo nos golpeaba de nuevo.
Por todo ello, por entender que hemos cumplido nuestros compromisos electorales y el mandato popular recibido, por considerar que en obediencia a ese mandato hemos hecho lo necesario para romper definitivamente con un pasado de discordias civiles: porque hemos sentado las bases de una sociedad libre y de un Estado democrático fuerte y eficaz, porque dentro del respeto absoluto a la unidad, e indivisibilidad de la nación española, hemos establecido las bases para que, a través del reconocimiento de la riqueza de su pluralidad, España y los españoles puedan reconocerse a sí mismos: porque hemos establecido el consenso necesario para poder discrepar y enfrentarnos democráticamente: porque hemos consolidado un Estado con legitimidad, por todo ello, hemos votado sí y pedimos ahora al pueblo español que ratifique nuestro voto.»
Entre los perfiles que delinea la Constitución de una sociedad libre, en libertad, de libertad y para las libertades, hay que resaltar la introducción por el Senado de un nuevo párrafo en el artículo 10 que consagra por encima de pretendidas imperfecciones de nuestro propio texto, la vigencia de los pactos internacionales y, sobre todo, de los europeos que forman hoy la Carta Magna Común de los países de la Europa occidental.
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