La ética del diagnostico médico, objeto de un simposio en Madrid

Ayer concluyó en la Fundación Juan March, el IX Simposio Interdisciplinar sobre «Filosofía y medicina» bajo el lema Etica del diagnóstico médico.

Tristam Engelhardt, del Instituto de Ética Joseph y Rose Kennedy se refirió, en el transcurso del simposio, al tema El diagnóstico, hoy, afirmando que «en principio no deberá establecerse si los riesgos de morbilidad y mortalidad que conlleva no vienen compensados por la posibilidad de un tratamiento efectivo. De ahí que los pacientes deban ser informados de los riesgos y conveniencias de una u otra opción».

Pedro Laín Entralgo se remontó a los orígenes de la ética del diagnóstico en la Grecia clásica. Comenzó su intervención haciendo la consideración de que «todo acto humano que implique relación con el mundo exterior -tal es el caso del diagnóstico médico- presupone un distanciamiento cognoscitivd del agente respecto a la parcela de la realidad a que el acto se iefiera. Nadie, por ejemplo, puede lanzarse a recorrer una ciudad sin cierta idea acerca de lo que esa ciudad es, aun cuando tal idea no pase de ser conjetura errónea o imprecisa».

Según Laín, ese distanciamiento en el que se basa el quehacer científico mismo tiene un momento empírico y otro interpretativo. Pues bien, «una consideración más detenida de la historia del diagnóstico médico permite discernir en ella dos períodos bien distintos entre sí: el anterior a la medicina alcineónico-hipocrática y en el que con esa medicina se inicia. En el primero, cuya enorme ojuración se extiende desde el origen de la especie humana hasta la Grecia de los siglos VI-V antes de Cristo, el distanciamiento cognoscitivo del sanador ante la realidad del enfermo se llena con algo que, en el rigor de los términos, no merece el nombre de diagnóstico; no pasa de ser una nominación cusi-diagnóstica del estado del paciente, que puede responder a una mterpretacion más empírica,"Más mágica o más imaginativa de dicho estado».

«Por grande que en ocasiones fuese la sutileza del sanador en el antiguo Egipto -prosiguió el señor Laín Entralgo-, en la antigua China o en la antigua India, nunca pudo rebasar este modo pretécnico de entender la enfermedad ... »

Diego García, de la Universidad Complutense, disertó sobre El cristianismo y la Edad Media.

El doctor Albarracín, por su parte, versando sobre La modernidad, afirmó que «a partir del siglo XVIII, concluida la secularización del mundo moderno, surge, junto a la ética cristiana, mantenida por inuchos, una actitud crítica y revisionista del problema ético».

Ignacio Ellacurría, de la Univers¡dad centromericana José Simeón Cañas, de San Salvador, trató sobre Lo biológico, fundamento de la ética. José Alberto Mainetti, de la Universidad de La Plata (Buenos Aires), disertó sobre El problema del cuerpo. El doctor Enrique ."Nájera, de la Universidad de Sevilla, habló de los Condicionamientos institucionales. Marx Wartofsky trató de los Presupuestos sociales del conocimiento médico. Kenneth .F. Shaffner, de la Universidad de Pittsburgh, reflexionó sobre El diagnóstico por computador; el doctor Dietrich von Engelhardt, de la Universidad de Heidelberg, disertó sobre el tema Médico, paciente y sociedad, y el doctor Edmund Pellegrino, de la Universidad Católica de Washington, habló sobre El clínico ante el diagnóstico.