Revisión y cambio constante en las piezas de los aviones
La seguridad es una de las preocupaciones máximas de los aviones del presente y lo será aún más en los próximos años. «La paradoja es que cada vez que se produce un accidente grave», declararon a EL PAÍS portavoces de Iberia, «se produce la adopción de nuevas medidas de seguridad... Quizá los DC-10 lleguen a convertirse, tras las revisiones a las que están siendo sometidos, en los aviones más seguros del mundo...»Un avión sometido a constantes pruebas de seguridad, haya o no haya accidentes. De hecho, si se llevasen a cabo las medidas que proponen las compañías productoras, nos encontraríamos con que, transcurrido un cierto período de tiempo, casi todas las piezas del avión serían nuevas. Precisamente aquí radica el núcleo de la protesta de la poderosa McDonell Douglas ante la Administración norteamericana, considerando que si el DC-10 cayó, u otros ejemplares del mismo modelo están mal, lo están por falta de atención de las compañías, que deben mantener y renovar sus piezas.
En Madrid se podían observar ayer al mediodía varios DC-10. Portavoces de Iberia consideran que los DC- 10 son aviones buenos, con una gracia especial y excelentes condiciones de diseño y comodidad. Seguramente van a volver a volar. «Estamos a la espera del último informe técnico de la Administración norteamericana », declararon a EL PAÍS estos portavoces. «Si es aquel país el que nos suministra los aparatos, es evidente que lo que está sucediendo equivale al retiro del permiso de navegabilidad.» Sin embargo, la impresión era de que los aviones van a volver a volar.
La Administración norteamericana, mientras tanto, continúa activamente sus investigaciones, sobre todo en la planta que tiene McDonell Douglas en Long Beach (California), donde se fabrican los DC- 10 y donde se estudian los documentos presentados en 1971, y en base a los cuales este modelo de avión obtuvo su declaración de aptitud para volar. Los portavoces de la Administración Federal de Aviación (FAA) han declarado que se trata de saber «lo que ocurrió, qué es lo que causa las grietas del ensamblaje; si en el trámite de autorización para el tráfico aéreo se pasó algo por alto y si en el sistema del avión existe algún error básico». Desean averiguar si los errores son de diseño o de mantenimiento. La compañía Douglas perdería, si se abandona el programa del DC- 10, quinientos millones de dólares (unos 33.000 millones de pesetas), mientras que, en la mejor de las hipótesis, si los aparatos vendidos en todo el mundo pueden reanudar el vuelo, el coste del accidente se quedaría en veinte millones de dólares.
Las revisiones de que son objeto los aparatos de aviación vienen determinadas por dos tipos de razones: la cantidad de horas de vuelo y las indicaciones de las compañías constructoras. Cada modelo de avión plantea unas necesidades específicas de revisión. Evidentemente, las zonas de anclaje de los reactores de los DC- 10 constituirán en lo sucesivo zonas estratégicas para la revisión periódica, en el caso de que el modelo de construcción se dé por válido. Cada vez que un avión entra en servicio, es objeto de revisiones, unas veces rutinarias y otras en profundidad. A veces casi se desmonta el aparato, ya que, como queda dicho, en el manual de instrucciones de cada avión se indica para cada pieza la duración, de modo análogo a como se indica en un vehículo el período de tiempo al cabo del cual hay que cambiar los filtros o las bujías. ¿Se efectúan habitualmente en los aviones esas revisiones y cambios de piezas?
«Los equipos técnicos», respondieron a esta pregunta en Iberia, «mantienen los aparatos con garantía científica, capacidad, experiencia y el máximo rigor. Las piezas son cambiadas según señalan las indicaciones de la compañía constructora. Se cambian aunque estén perfectas. Ante las funciones de seguridad pasan a segundo plano las consideraciones económicas. » Cuando un avión concluye un viaje es objeto de una revisión. El parte del comandante va al servicio de mantenimiento, y, en función de sus indicaciones u observaciones durante el vuelo, se actúa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.