"Los rumores de una devaluación no se basan en datos empíricos"

«Los rumores de una inminente devaluación de la peseta responden a expectativas creadas por estados de opinión sin ninguna base empírica que las justifique», dice el secretario general técnico del Banco Popular, Manuel Martín, en su carta trimestral a los accionistas remitida ayer. El criterio del señor Martín parece confirmarse ante el hecho de que ayer entraron en el Banco de España casi 150 millones de dólares que parecen descartar la hipótesis de una inmediata devaluación.En el presente año el aumento de divisas será del orden de 150 a 160 millones de dólares, cifra inferior a la de meses similares de años anteriores. La baja se achaca al efecto de las medidas del Gobierno dictadas en abril para reducir la entrada de divisas. Asimismo, expertos del mercado señalan que muchos exportadores han retrasado la entrada de divisas por el pago de sus ventas fuera con objeto de aprovechar la rumoreada devaluación.

El comentario de Manuel Martín en su carta a los accionistas del Popular añade: «El efecto beneficioso (de la devaluación) sobre la exportación, sería transitorio y plantearía problemas muy serios a una política monetaria mínimamente responsable. El futuro de la exportación pasa por otras vías que las. del apoyo administrativo a través de devaluaciones repetidas. Véase el ejemplo de Alemania y Japón». Evidentemente la devaluación llenaría de satisfacción a los exportadores que no decaen a la hora de pedirla, pero, sin embargo, agudizaría los problemas de inflación tanto por el mayor coste de las importaciones como por el efecto contractivo sobre el crédito privado. A lo largo del último mes la peseta ha seguido la evolución del dólar, manteniendo la cotización respecto a esta divisa y depreciándose respecto al total mundial y sobre todo a las monedas europeas. Las previsiones de los expertos se centran en cuál será la definición de objetivos del programa económico. Si se insiste en el objetivo de controlar la inflación no habrá que esperar devaluaciones voluntarias por parte de las autoridades, aunque puede esperarse una ligera pérdida de valor a lo largo de los próximos meses.

La carta del secretario general técnico del Popular se detiene sobre otros aspectos al margen de la cotización de la peseta. Señala que se ha generado un pesimismo profundo sobre el futuro de la economía española, más allá de lo que justifican los datos reales disponibles. Tras considerar que no ha variado la situación como para inferir que empeoren las expectativas, dice que la crisis mundial es una realidad y que en parte viene derivada «de la incapacidad actual de la ciencia económica para encontrar soluciones válidas a unos cambios bruscos en la estructura de precios relativos internacionales de los productos básicos».