Cuarenta y dos ejecutados en Irak acusados de intento de golpe de Estado
El régimen iraquí, que encabeza el presidente Sadam Hussein, ha ejecutado a 42 altos mandos del Ejército y la Administración y depurado a otros muchos, acusados de conspiración para derrocarle, señalan informaciones de prensa árabe procedentes de Bagdad.
El diario izquierdista de Beirut As Safir, que recoge declaraciones de fuentes diplomáticas, afirma que los primeros ejecutados fueron los cinco máximos dirigentes del partido baasista, detenidos el pasado 22 de julio por planear el golpe en cooperación con «facciones exteriores».Los cinco hombres -viceprimer ministro Adnan Hussein, ministro de Educación Mohamed Mahjoub, secretario del Consejo de Mando Revolucionario, general Muhle Abdul Hussein y los funcionarios del partido Mohamed Ayesh y Ghanem Abdul Jalil- estaban considerados como los más próximos consejeros del presidente.
Según As Safir, numerosos otros altos mandos del Ejército y miembros del partido baasista han sido detenidos bajo la acusación de complicidad en la intentona.
Entre éstos figuran el presidente de la Universidad de Bagdad, el director de la agencia de noticias iraquí y el subsecretario del Ministerio de Información.
El diario de Beirut señala que siete oficiales y treinta miembros del partido fueron ejecutados junto con los cinco dirigentes antes mencionados, pero no se han facilitado sus nombres.
Otro diario de la capital libanesa, el proiraquí Al Liwa, señala que una fuente oficial iraquí, no identificada, «prosigue el juicio de los conspiradores». «Ni uno solo de los conspiradores ha escapado. La situación en el país está bajo control y la calma reina en Irak », dice Al Liwa.
Al Liwa añade -siempre según la fuente iraquí- que los veredictos serán hechos públicos inmediatamente después de que el tribunal revolucionario los dicte.
«Los conspiradores recibirán el castigo que merecen. Todos ellos deben aprender que los días de los golpes de Estado han pasado en Irak», agrega el diario beirutí.
Las autoridades de Irak han establecido un estricto silencio sobre los detalles y derivaciones del supuesto golpe de Estado, a raíz de que el sábado por la noche el Consejo del Mando Revolucionario difundiera un comunicado en el que anunciaba que los cómplices de la conspiración habían fracasado.
El comunicado aludía al tratado de paz egipcio-israelí auspiciado por Estados Unidos, sugiriendo que los conspiradores pretendían destruir la política iraquí sobre Próximo Oriente para favorecer el proceso de paz bilateral en la zona.
El silencio oficial ha dado paso a una serie de especulaciones en Irak, entre las que destaca la acusación de la agencia Oriente Medio (MENA) egipcia contra Irán, señalando al país de Jomeini como esa «facción exterior» denunciada por la Administración de Sadam Hussein.
También algunas informaciones de prensa relacionan el descubrimiento de esta conspiración con la dimisión, el pasado 16 de julio, del presidente Hassan al Bakr, dejando entender que dimitió por no estar de acuerdo con Hussein, entonces número dos del régimen, sobre la manera de hacer frente al complot.
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