"Tiempo de vivir": mujeres en la cárcel
Existen en España tres cárceles de mujeres -Madrid, Barcelona y Valencia-, además de todos los departamentos para mujeres en las distintas prisiones provinciales. En estos centros, según datos actualizados al 29 del pasado mes de julio, se encuentran recluidas 422 mujeres. De ellas, 388 con carácter preventivo, a la espera de juicio, repartidas en los cuatro tipos de prIsiones: de diligencia, de detención, de cumplimiento y centros hospitalarios o asistenciales para las reclusas que necesitan cuidados médicos especiales.El programa de RNE Tiempo de vivir -que cumple su tercer año en antena la primera semana del próximo mes de octubre- penetró en la cárcel madrileña de Yescrías para ofrecer todas las mañanas, de nueve a nueve y media, a partir de este lunes, dos horas de conversaciones con las reclusas, directivas y funcionarlas. «La intención del programa es», dice Manuel Torre Iglesias, director de Tiempo de vivir y del censurado Escuela de salud, «mostrar que el delincuente no nace, sino que se hace. Hay personas que todavía se empeñan en utilizar el delito y la delincuencia como arma arrojadiza contra la democracia. Sin embargo, somos nosotros, la sociedad, el montaje consumista de la vida y sus estruc turas capitalistas, que ofertan unas necesidades que después no pueden satisfacer, los culpables de la delincuencia. Los marginados, con la delincuencia, expresan así su rechazo del sistema.»
Manuel Torre Iglesias y dos reporteros, Salvador Martín Mateos y Carlos López, informarán de la situación en que se encuentran Ias 156 reclusas del Complejo Penitenciario Femenino de Yeserías -antes, albergue de mendigos, prisión de hombres y hospital-, 88 de estas mujeres están presas por delitos contra la propiedad, 31, por delitos contra las personas; veintidós son extranjeras con residencia ilegal; diez, por toxicomanía, tres, por prostitución, y dos, por delitos contra la seguridad interior del Estado. Por edades, el grupo más numeroso de mujeres, veinte, tienen de dieciséis a veintiún años Entre los testimonios que se incluyen en el programa, una joven condenada a seis meses por toxicomanía, hija del sustituto del Registro de la Propiedad, de Bilbao, y denunciada a la policía por su madre; una mujer de Zaragoza, madre de dos niños menores, de tres años, que viven con ella en la cárcel, condenada a dos años por dos atracos a taxistas, y otra mujer con pena de dieciocho años por extender talones sin fondos por importe de medio millón de pesetas.
Las críticas hacia las institucionales penitenciarias, los delitos rnás frecuentes y específicos de la mujer -«no sé por qué traen aquí a las prostitutas, pero en caso de hacerlo deberían traer también al hombre con el que se acostó, porque al fin y al cabo es quien paga», dice una de ellas-, la homosexualidad, la entrada de drogas en la cárcel, la rehabilitación y profilaxis social. son algunos de los problemas que analizará Tiempo de vivir concediendo la palabra a las reclusas, a la directora del centro, Ana María de ta Rocha, Pilar Rodríguez (criminóloga), María Luisa Noguera (pedagoga), Margarita Albasán (psicóloga) y las funcionarias de la prisión. Un programa que garantizan totalmente libre y sin manipulaciones y que, al parecer, es la primera vez que se permitió grabar a una emisora de radio estos testimonios en una cárcel de mujeres.
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