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La adhesión de España a la CEE podría cruzarse en el futuro con el tema de la OTAN

El proceso de entrada de España en el Mercado Común no va vinculado al posible ingreso español en la Alianza Atlántica (OTAN), según afirmaron en Bruselas los ministros españoles de Asuntos Exteriores y de Relaciones con la CEE, Marcelino Oreja y Leopoldo Calvo Sotelo, al término de sus dos jornadas de trabajo con los embajadores españoles en once capitales europeas (las nueve de la actual CEE, y los de Grecia y Portugal), más una serie de entrevistas con responsables políticos belgas y de las Comunidades Europeas. Calvo Sotelo se reúne hoy con Lorenzo Natali, vicepresidente de la Comisión Europea, y Marcelino Oreja viaja a Dublín, donde tratará asuntos bilaterales y comunitarios con su colega Michael O'Kennedy, actual presidente en funciones de los Consejos de la CEE.

«Cada tema tiene sus propias reglas»., puntualizó Oreja al referirse, en conferencia de prensa, al eventual vínculo Mercado Común-OTAN, en el proceso de acercamiento español a las instituciones europeas y atlánticas. «Queda clara», añadió el ministro, «la postura española a nivel de principios y de gestos.»En otros términos, de opción del Gobierno español de entrar en la OTAN cuando se considere el momento más oportuno. Calvo Sotelo, por su parte, insistió que en ningún foro de las conversaciones para el ingreso español al Mercado Común se habla de la OTAN, «cuya institución tampoco cita el Tratado de Roma, en el que se funda la CEE», dijo Calvo Sotelo. Oreja, más prudente en un binomio CEE-OTAN, que entrará, probablemente, en la misma balanza dentro de un par de años, no negó que «se trata de todas formas de asuntos que pueden cruzarse en un momento dado, teniendo en cuenta la orientación pro occidental de la política exterior española».

Las negociaciones en curso para el ingreso al Mercado Común no son sólo de signo económico, sino que llevan consigo un peso político que nadie ignora. Mercado Común y OTAN son dos organismos autónomos, pero coordinados en pro de la defensa de idénticos ideales. En el paquete negociador con el Mercado Común los aspectos políticos no son despreciables y cada bando jugará sus bazas.

Al margen del gran parentesco CEE-OTAN, uno para defender intereses económicos y otro militares, entran otros factores de presión en las actuales negociaciones España-Mercado Común. No es ningún secreto que España, al aceptar la realidad de la CEE en materia de acuerdos comerciales, deberá aplicar lo dispuesto en el actual acuerdo CEE-Israel. El grupo de presión israelí trata de influir ante varios Gobiernos de la CEE para que España normalice sus relaciones diplomáticas con Tel Aviv. Por su parte, Madrid no ignora que la negociación actual con la CEE y, quizá, mañana con la OTAN ofrecear gumentos suplementarios para una revisión del estatuto de Gibraltar. Oreja, hoy, en Dublín, informará, sin duda, de la postura española en el conflictivo tema del Sahara occidental, asunto que saldrá en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, para la cual se han concentrado en Dublín los nueve ministros de Asuntos Exteriores de la CEE.

Tales son algunos de los aspectos políticos de las actuales negociaciones españolas con el Mercado Común. Madrid parece dispuesto a no dejarlos de lado y potenciarlos paralelamente con las negociaciones técnicas y económicas, cuyo próximo paso se dará el martes día 18 de este mes en Bruselas, con una sesión plenaria que tratará de los temas aduaneros. Seguirán más adelante -en el plazo de seis meses, confirmó el ministro Calvo Sotelo- otros sectores de la negociación con el Mercado Común en materia siderúrgica, movimiento de capitales, investigación nuclear, relaciones exteriores, agricultura y asuntos sociales.

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