Para España, la credibilidad de la Comunidad Europea empieza por la pesca

Para España y para los españoles, la credibilidad de la Comunidad Económica Europea empieza por la pesca. Esta afirmación fue hecha ayer por el portavoz del Gobierno, Josep Meliá, en el curso de una conferencia de prensa, en la que añadió, en relación con los problemas que existen para la renovación de¡ acuerdo pesquero hispano-comunitario: «Ya están surgiendo voces en el sector pesquero manifestándose contrarias a la entrada de España en el Mercado Común.»

El secretario de Estado para la Información respondió así a la pregunta que le fue formulada en relación con el nuevo retraso que ha sufrido la continua e interina negociación de las relaciones pesqueras de España con la CEE. El señor Meliá confirmó en su declaración que en las últimas negociaciones España decidió retirarse porque las ofertas comunitarias no eran admisibles y en defensa de un número apropiado de las licencias de bajura y altura que mantenía nuestro país.Asimismo, el portavoz del Gobierno insistió en que los biólogos españoles aseguran que se pueden mantener, por parte hispana, el actual número de licencias o incluso mejorarlas, y añadió que se espera una reunión conjunta de biólogos españoles y comunitarios para debatir el tema y que. mientras tanto, se consiga una prórroga sustancial del acuerdo vigente, a la espera de negociaciones que lleven a un compromiso aceptable.

El tema comunitario surgióm varias veces a lo largo de la declaración del portavoz. quien confirmó el próximo viaje del presidente Suárez a Bruselas los próximos días 14 y 15 para entrevistarse con el presidente de la Comisión Europea. Roy Jenkins. Meliá calificó esta visita de trabajo y cortesía. y subrayó la idea de que esta es la vía normal de las negociaciones hispano-comunitarias.

Por último, y en relación con el documento de la Comisión sobre las relaciones comerciales exteriores de España, el portavoz del Gobierno dijo que dicho informe puede ser calificado como «claro», y no como duro, y que España mantendrá la idea de conseguir para los temas que considere sensibles en su comercio exterior un período transitorio de unos cuatro años.