Lapasota y el acuerdo-marco
La pasota ha venido de melena Byron, ojos de cuelgue, suéter de Charlie Brown, falda de provincias y botas de baloncesto. La pasota ha pasado las Navidades con cinco troncos de diversos sexos, subidos todos en una escalera de mano y pegándole a lo blando/duro. A medida que alguno de ellos iba estando ya maduro o ceguerón total, se desprendía blandamente de su peldaño y quedaba tendido sobre la escarcha de nacimiento, feliz y transparente:-No me digas más, ya sabía yo que te iba a encontrar escribiendo alguna parida mundial contra el acuerdo-marco, si es que la tenéis tomada, cheli, o sea los rojos, contra Ferrer-Salat, que ya lo ha dicho don Redondo, «si esto lo firmase Comisiones sería el cuadro de las lanzas, la rendición de Breda, el pacto de Vergara, una cosa, o sea, velazqueña, pero como lo firma UGT, esto es entreguismo, amarillismo, pactismo», la hos-con-vosotros, tío, sí es que hasta te tiras un aire a don Sartorius, los dos en plan campeón, de intelectuales proletarios, no te digo lo que hay, qué horterada, pues para Arthur Miller ya no se os arregla, aunque os lo montéis de tal, carrozas, que con Cristina Almeida de Marilyn ya me dirás, no es que le falte material, a la Almeida, pero la Norma era otra distribución, otro glamour, otra cosa, un no sé cómo decirte, pregúntale a Terenci Moix, si no, tu conocimiento ése de la Generalitat, que hasta le sacó un libro a la compacta, lo cual que a la Almeida la tendrían que contrachapear en la Fox, y a tí, para Miller, laminarte un poco en Briam, esta década, o en el Instituto Británico, que el inglés te queda como muy vallisoletano, chorvo, un inglés, o sea, de secarral, que cuando vas a Londres no sales de casa de doña Pitita, y así no te sueltas, lógico. Anda que no os estáis enrollando contra el acuerdo-marco, igual que persianas, oyes, que se os oían los conceptos desde la escalera del cuelgue, gracias a la sobredosis, Umbral, campeón, que si no es por el flipe te mando a la mismísima, Arthur Miller no serás, pero se te oye pensar a través de las paredes, cuando piensas cabreado, memorión, listo, enteradillo, muermo, si es que os habéis quedado en lo testimonial, o sea, los infrarrojos, y el Afganistán qué, dime tú si no es para firmar el acuerdo-marco y hasta un marco con la foto de Ferrer-Salat, visto lo visto en Afganistán, que los moscovitas ya están haciendo la guerra de refilón, o sea como siempre. No ya un acuerdo-marco, hasta un acuerdo sin marco debiérais firmarle a don Ferrer, la izquierda anacreóntica, y besar por donde pisa, que ya habrá tiempo de bajar a enmarcarlo, el acuerdo me refiero, con lo de Alberto Corazón, que tengo yo una lito de Alberto Corazón por ahí entre el material, de cuando me flipaba la erótica del diseño, tipo Bohigas, ya sabes, o sea en plan Boffill y la cultureta, que como todavía no nos habíamos aclarado con Umberto Eco y Tarradellas, pues Tarrasa nos parecía Manchester, mucho lo tuyo, rojo, incorruptible, cabrón, de testimoniales, ya te digo, que es como os lo montáis mayormente, y si no mira García-Pablos, uno que va de particular por la vida, y no ha leído a Lacan ni a Althusser ni nada, que sólo se ha leído un recibo de la telefónica, muchos más niveles de lectura, no hay color, que dice que les hace los recibos Roland Barthes desde París, o sea a la Telefónica, con una IBM de Suárez, que se la regaló cuando era delegado de la cosa en la cosa, lo cual que a devolver todas las fichas de teléfono al personal, según García-Pablos, ahí le tienes, con un par, que ya está bien de tragarse fichas la cabina y luego no funcionar el canuto, y así con todo, que es doce hombres sin piedad, el tronco, hale, habla -, con Marcelino, ese hombre, y que firmen el acuerdo-marco, coño, que si no luego empieza la movida Madrid/Sur y los tiros al aire, que siempre anda alguien por el aire, paseándose, y le dan, claro, venga, vale, corta la epístola, efeso, que si no es porque traigo el trip alto, iba a cargar con el acuerdo-marco vuestra santísima, ¿mola un petardo?
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