La Federación Española debe cinco millones al gimnasio La Fuxarda

Desde la noche del lunes permanecen encerrados en el gimnasio La Fuxarda, de Barcelona, unas doscientas personas, entre gimnastas, entrenadores y familiares de deportistas. El impago por parte de la Federación Española, que preside Félix Fernández, de los emolumentos a siete entrenadores del gimnasio y la incertidumbre acerca del futuro de la instalación preocupa en la Catalana, hasta temer por su desaparición. Según ello, la posición de Félix Fernández -son cinco millones los que debe- no queda en buen lugar. Este, por su parte, señaló a EL PAÍS que todo se debe a una sibilina maniobra personal del presidente de la Catalana, De la Llera, que ayer había adelantado tres millones y medio y que pese al señor Llera el gimnasio seguirá adelante.Por problemas de espacio no se ofrece hoy íntegra la versión que sobre el asunto dio Félix Fernández. Esta se publicará mañana en EL PAÍS. Por lo pronto se explica hoy la historia del tema, a través de una dura nota hecha pública por el presidente de la Catalana, firmada por el consejo directivo de su federación y por componentes de los cuatro comités técnicos. Según ello, el CSD asumió los gastos de mantenimiento hasta el último mes del pasado año. Los gastos del personal técnico -siete entrenadores- correrían a cargo de la Española. Los entrenadores aún no habían percibido ninguna cantidad de ésta, alrededor de cinco millones, y habían cobrado mensualidades hasta octubre gracias a anticipos personales de los directivos catalanes, hasta totalizar 2.530.000 pesetas.

Por lo que respecta al mantenimiento -tres subalternos, un auxiliar administrativo, gas propano, impresos, etcétera-, el CSD pagó lo acordado. Lo hizo con retraso -el 11 de agosto y, a través de la Española-, pero pagó. El problema se trató en varias reuniones, incluso con participación personal de Benito Castejón, director del CSD. Siempre se señalaba que habría solución

Los antecedentes, pues, son negativos. El presente sigue sin conocerse y sin pagarse, y el futuro aparece sombrío. No se tiene conocimiento oficial de las previsiones económicas para 1980 sobre los. gastos de mantenimiento, y los directivos catalanes señalan el «muro de silencio que han encontrado», por lo que no pueden saber si se tendrá que llegar al cierre de la instalación. Más de doscientos gimnastas, entre ellos diecinueve que forman parte de los distintos equipos nacionales españoles, pueden quedarse sin gimnasio para entrenarse. Todo ello contrasta con la afirmación de Félix Fernández: «El gimnasio lo fundé yo, ¡Por Dios!, y no va a cerrar. »

Añade la nota que «el presidente de la Española -Félix Fernández- se ha mostrado en este tema de la misma forma que ha mantenido su línea de conducta durante los trece años que lleva al frente de la gimnasia: impidiendo el normal desarrollo de las actividades deportivas de la Catalana».