Alfonso Guerra: "Es muy difícil que se gane el referéndum andaluz del 28 de febrero"

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, afírmó ayer que considera «muy dificil» la aprobación del referéndum andaluz el próximo día 28, pese a que su partido hará lo posible para que el resultado final se acerque a la barrera del 50% de los votos e incluso consiga romperla. Guerra anunció también que el PSOE está dispuesto a paralizar la elección de los miembros del consejo de administración de RTVE «hasta que el Gobierno decida tomarse en serio el asunto de Televisión». Y describió a algunos miembros del Gabinete con sus típicas frases: «Suárez es un tahúr del Misisipí; Abril muge siempre un poco antes de empezar a hablar», en el contexto de una valoración sobre la capacidad del Gabinete.

En presencia de varios periodistas, Alfonso Guerra comenzó por decir que es bastante difícil conseguir la aprobación del referéndum andaluz, sóbre todo en las provincias de Granada, Huelva y Almería -por este orden-, y agregó: «Hay que hacer un esfuerzo muy grande en el referéndum, sin que eso quiera decir que se va a ganar, porque no es lo mismo perderlo con el 30% o con el 48 % de los votos.»En este punto, Alfonso Guerra hizo una disgresión para explicar las razones por las cuales UCD decidió dar el giro en política autonómica: en un momento dado, Suárez se encontró con que iba a tener Gobiernos no UCD -expresión textual- en Cataluña, País Vasco, País Valenciano y Andalucía, además de dificultades en Galicia, donde Suárez se ha visto obligado a discutir hasta con su propio partido. Ante el peligro de convertirse «sólo en el presidente de Castilla la Vieja» -también expresión textual-, Suárez decidió hacer caso a su «consejero áulico Martín Villa», y dar un giro del que Alfonso Guerra confiesa haberse enterado por los periódicos.

Esta decisión de UCD condiciona decisivamente la situación de Andalucía, donde el referéndum fracasará simplemente con que no salga en una de las provincias. Aclaró que la encuesta en poder de la Junta de Andalucía no indica que el referéndum esté ganado, sino que ofrece simples estimaciones en base a los datos disponibles. Por otra parte, Alfonso Guerra cree que la encuesta se hizo en un momento de indignación popular hacia UCD, y cuanto más se aleje la fecha del referéndum respecto a aquella época de indignación, más se enfriará esta última.

La aprobación del referéndum podría producirse «de una manera incontrolada, como reacción patriótica a la patada de Suárez a Andalucía», o por factores que no pueden medirse a priori. «Salvo estas circunstancias», repitió Guerra, «es muy difícil que salga adelante el referéndum andaluz.»

Planteada por los periodistas la posibilidad de una desconexión entre la ejecutiva federal del Partido Socialista y el PSOE de Andalucía en esta cuestión, el vicesecretario del PSOE aseguró que sería una barbaridad desear que no saliera el referéndum. Y agregó: «El objetivo de nuestro partido en esta campaña, desde luego, es romper la barrera del 50% de votación favorable; pero también tenemos otro objetivo, que es concienciar a la oposición sobre la clase de Gobierno que en estos momentos se sienta en Madrid.»

Alfonso Guerra no admite que se trate de un problema de competencia política para el PSOE de Andalucía: todavía hay mucha distancia entre el voto socialista y lo que ha obtenido el PSA «por la irresponsabilidad de un Gobierno que ha decidido servirse de ese partido como agente electoral en Andalucía». En una escalada verbal contra el citado partido, aseguró a continuación que «el peligro de que se gane el referéndum es muy fuerte para el PSA».

Todavía en relación con Andalucía, Guerra declaró no tener preocupación alguna por el hecho de que se den o no consignas a los periódicos estatales de la región, dada su escasa tirada; ahora bien, «en Televisión no van a permitir que se les cuele ni un gol, porque saben que en el control de este medio les va el mantenimiento de sus posiciones, y ya no sé cómo plantear el asunto, porque estos señores se han puesto el sombrero y el paraguas y dicen: "Bueno, ya escampará"», confesó Guerra refiriéndose al Gobierno.

No hay modo de arreglar RTVE

Aprovechó este tema para conectar directamente con los problemas de RTVE, y en este sentido dijo que la lectura de la réplica de Fernando Arias-Salgado a la auditoría de Hacienda sobre RTVE, publicada por EL PAÍS, le había producido la impresión de que los culpables del desastre son dos, su padre y su jefe, el primero por crear la televisión, y el segundo por dirigirla.Asimismo anunció, a preguntas de los periodistas, que hasta ahora no se ha establecido negociación alguna con UCD sobre el tema del Consejo de Administración de RTVE, y que ni siquiera se sabe qué ministro va a contestar a la interpelación socialista sobre ese medio -«todos se pasan la patata caliente y nadie quiere quedarse con ella»- ni a quién habría que dirigirse para estudiar el tema del consejo de administración de RTVE. «Por cierto, no pensamos negociar sólo el asunto del consejo: nosotros no jugamos si no se incluye también el director general, los altos cargos y otros temas. O tomamos en serio TVE o no votaremos los miembros del consejo de administración hasta que así se haga. Y recuerdo que para su nombramiento hacen falta dos tercios de los votos de los diputados.»

Otro tema extensamente tratado en la conversación con Guerra fue la violencia de ultraderecha, a propósito de la petición socialista sobre deslegalización de Fuerza Nueva. El vicesecretario del PSOE precisó que lo que su partido ha hecho en este tema es dirigirse al Gobierno para que inste al fiscal general del Estado a tomar una decisión, a la vista de los incidentes de días pasados y de la participación en ellos de militantes de Fuerza Nueva. Expresó también su esceptícismo por la respuesta que hoy pueda dar el ministro del Interior en el debate sobre orden público: «Ya verán ustedes; las Fuerzas de Orden Público estuvieron impecables, etcétera, pero va a ser difícil que explique cómo es posible que en un acto declarado ilegal por el gobernador civil se permitiera a los miembros de Fuerza Nueva llegar con Blas Piñar al lugar previsto para el mitin y cantar el Cara al sol en la misma puerta.»

Tras un repaso a diversos temas políticos de actualidad -«el PCE no hace más que dar bandazos, mejor dicho, los da su secretario general», «hay un acuerdo global y a fondo entre Suárez y Fraga», «conviene mantener los acuerdos municipales de izquierda», «la mejor solución para Cataluña sería un Gobierno minoritario socialista»-, la sesión terminó en medio de un mar de descripciones de miembros del actual Gobierno, muy propios de época preelectoral.

Así, Fernando Abril continúa siendo un hombre inteligente, «pero tropezón: parece un toro, que dice muuu, antes de empezar a hablar; yo creo que debe tener algo de dislexia en alguna parte del cerebro». «Pérez Llorca es un diclotónico depresivo; ha asumido que ellos son lo que son, y cuando se habla con él, lo primero que hace es ponerse un cartel diciendo que efectivamente tiene la culpa de todo.» «De Suárez ya lo he dicho otras veces, es como un tahúr de barco del Misisipí, de los que van con chaleco de seda, o bien gerente de whiskería»; y, en fin, «el ciervo Ricardo es un anunciante de fascículos por televisión, al que resulta que le han puesto de ministro».