Enfrentamientos entre CCOO y UGT impiden el referéndum de Isodel
Ha quedado aplazado sine die el referéndum convocado para la mañana de ayer en la empresa Isodel por la central sindical U GT. En él, los trabajadores tendrían que decidir si aceptan o no el plan de viabilidad presentado por la d irección (véase EL PAIS de 21 de marzo pasado), que, previamente consultado a la representación de los trabajadores, se presenta ahora como la única y última posibilidad para la supervivencia de la empresa.CCOO, central mayoritaria en el comité (cuenta con diecinueve de los 33 representantes sindicales), manifestó desde un principio su disconformidad con la celebración de este referéndum, por considerar que aún no están agotadas las vías de negociación. Por ello, trabajadores afiliados a este sindicato se personaron, ayer por la manana, en el comedor de la factoría de Coslada (lugar donde estaba colocada la urna) y allí discutieron con los de UGT, llegando a producirse algunas agresiones físicas y numerosos enfrentamientos verbales. La urna quedó inservible.
En vista de los acontecimientos, UGT desistió de instalar otra urna en la factoría que Isodel tiene en Méndez Alvaro, y sus representantes se personaron en la Delegación de Trabajo para solicitar la mediación de su titular. Este les respondió que no puede ofrecer protección oficial para que el referéndum se celebre porque no es asunto de su competencia y les confirmó que para esta mañana tiene prevista una reunión con el comité de empresa de Isodel.
Eii relación a esta reunión, una nota de¡ comité hecha pública ayer tarde asegura que sus representantes van a plantear al delegado la inhibición de la dirección de la empresa, que «ni siquiera aparece por su despacho de ta factoria». El comité anuncia igualmente que, tras la huelga de ayer, esta mañana se mantendrá la normalidad laboral para posibilitar el relanzamiento de las deliberaciones. CCOG informaba que el alcance de la huelga fue grande, sobre todo en talleres, mientras UGT asegura que apenas se notó.
En una conferencia de prensa celebrada por la tarde, representantes de UGT anunciaron que el referéndum -está apoyado también por la Asociación Independiente de Trabajadores de Isodel y por otra agrupación independiente- no se celebrará «mientras no se garantice a los trabajadores que puedan ir a las urnas con plenas garantías para su integridad física. Si no hacemos el referéndum ahora, lo haremos luego. Aunque somos conscientes de que si la fábrica llega a cerrarse quienes perderán son los trabajadores, en beneficio de la empresa. Los paros e irregularidades favorecen a la patronal porque no paga salarios ni Seguridad Social, y propician unas mayores garantías para que se les acepte un expediente de regulación».
Los representantes de UGT manifestaron que no quieren acudir a las fuerzas de orden público para la celebración del referéndum (forma de consulta que piensan propiciar), pero que no van a consentir los métodos de coacción de CCOO. En relación al plan de viabilidad de la empresa (realizado por la consultora Check), UGT insistió en que es la única solución de futuro, «aunque no nos gusta, porque supone un importante coste social».
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