Confuso golpe de Estado militar en Uganda
Un denominado Colectivo de Comandantes Militares ha tomado el poder en Uganda y permanecerá en funciones «hasta nueva orden», informó ayer un portavoz de las fuerzas militares hostiles al presidente Godfrey Binaisa. Este colectivo estrechó filas en torno al jefe del Estado Mayor del Ejército, David Oyite Ojok, que fue destituido el sábado pasado por el presidente Binaisa, y controla los puntos neurálgicos de Kampala, así como la emisora de radio que difunde periódicamente comunicados, informa la agencia France Presse desde la capital ugandesa.
La confusión es la nota dominante en las noticias procedentes de Uganda, tras un agitado fin de semana en el país africano, como consecuencia de la decisión del presidente Godfrey Binaisa, de destituir de su cargo de jefe del Estado Mayor del Ejército al general de brigada David Oyite Ojok.Según informaciones llegadas a la capital británica, Binaisa decidió la destitución del general Ojok, decidido partidario del ex presidente, Milton Obote, el pasado sábado, ante los, rumores sobre un posible golpe de Estado, destinado a reponer en su cargo a Obote, que se encuentra exiliado en Tanzania desde 1971.
Ojok, miembro de la tribu de Obote, regresó de su exilio tanzano el pasado año con las tropas de Tanzania que derrocaron al dictador Idi Amín. Según fuentes gubernamentales ugandesas, Ojok aprovechó su nombramiento para formar el nuevo Ejército de Uganda con jefes y oficiales adictos al ex presidente Obote.
El jefe militar se negó a aceptar el cargo de embajador de Uganda en Argelia, que le fue ofrecido por el presidente Binaisa, y un portavoz de la comisión suprema militar ugandesa declaró nula la destitución de Ojok, por no haber sido consultada la Asamblea Legislativa Provisional.
El Ejército se hizo cargo el domingo de la emisora de radio de Kampala, con el fin de impedir que Binaisa se dirigiese al país. Igualmente, los soldados se adueñaron del hotel Mansiones del Nilo, dedicado a oficinas gubernamentales, y detuvieron durante varias horas al ministro del Interior, Barnabas Kununka, aunque le pusieron en libertad posteriormente. En un tiroteo entre los guardaespaldas de Kununka y los militares perdió la vida una hija del ministro de Agricultura, que se encontraba en el edificio para pedir un visado de salida del país.
Binaisa se encontraba ayer lunes todavía instalado en la Casa de Gobierno de Entebbe, pero sin poder comunicar sus órdenes al país, al continuar la radio y otros servicios de comunicación en manos de los militares.
Por el momento, se cree que los 10.000 soldados tanzanos que se mantienen en Uganda desde el derrocamiento de Idi Amín permanecen neutrales, pero es evidente que su apoyo a uno u otro bando podría decidir el resultado de la actual lucha por el poder en Uganda.
La tensión entre el actual presidente y la facción del Ejército, encabezada por el general Ojok, se inició hace unas semanas, como consecuencia del anuncio hecho por Obote en Dar Es Salam de que pensaba regresar al país a finales de mayo para presentarse a las elecciones al frente de su partido, el Congreso del Pueblo Ugandés. El actual presidente desea que todos los políticos ugandeses concurran a estos comicios bajo la etiqueta de la actual coalición Frente Nacional Ugandés.
Por su parte, Obote ha declarado en Tanzania que no tiene nada que ver con los acontecimientos de su país, de los que afirma se enteró por la radio.
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