Irán reconoce a los rebeldes como únicos representantes de Afganistán

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Sadeq Gotbzadeh, afirmó ayer en Ginebra que «los rebeldes musulmanes son los únicos representantes de Afganistán», antes de que comenzase la reunión tripartita de la Conferencia Islámica, inaugurada la tarde de ayer para tratar sobre la situación afgana.Gotbzadeh, que, junto a su homólogo paquistaní, Agha Shahi, y el secretario de la conferencia, Habib Chatti, forman el comité tripartito, aseguró que Irán no reconoce como Gobierno legítimo al régimen prosoviético de Babrak Karmal.

Por primera vez desde la invasión de la URSS, el pasado diciembre, una delegación de guerrilleros afganos hace acto de presencia en Occidente, para asistir a los debates de esta reunión «como parte implicada en el conflicto ».

La representación de los rebeldes está encabezada por Burhanuddin Rabbani,jefe de la Alianza Islámica para la Liberación de Afganistán, que agrupa a cinco movimientos guerrilleros, y por Guibadeen Hikmatyar, jefe del Hizbe Islami (Frente Islámico). Nueve dirigentes rebeldes representan en Ginebra a seis de los 23 grupos de resistencia a la presencia soviética en Afganistán.

A su llegada a la ciudad suiza, los representantes afganos declararon ,que pretendían exponer a sus vecinos (Irán y Pakistán) ciertas ideas para solucionar el conflicto y que no aceptarán entablar negociaciones, «ni directa ni indirectamente, con representantes del régimen de Kabul».

Por otra parte, un diplomático occidental procedente de Afganistán aseguró ayer en Nueva Delhi que en los últimos días los rebeldes han intensificado los ataques contra posiciones soviéticas en la región dé Pagman, a unos treinta kilómetros al norte de la capital afgana.

El diplomático, que solicitó guardar el anonimato, afirmó además que, a pesar de cierta calma en el interior de la capital, «nos llegan noticias de detenciones y desaparición de líderes musulmanes».

Por su parte, el enviado especial del diario británico The Times en Kabul informó ayer que «el asesinato parece estar de moda en los últimos tiempos en la capital afgana». Tras el toque de queda, dice The Times, los disparos son frecuentes, tanto por los ajustes de cuentas entre los miembros de¡ partido gubernamental (Partido del Pueblo, comunista) como por los ataques guerrilleros a personalidades del régimen.

El periodista afirma que recientemente un comando rebelde se introdujo en un campamento afgano para lanzar un discurso a los soldados sobre «los errores del socialismo». El grupo abandonó el lugar sin dificultad alguna.