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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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La expresión en libertad

La expresión en libertad, la libertad de expresión, Paco García Salve, que le han salido años cantidad y me dice:-Que ha intervenido Ansón, que a la imagen del Rey le perjudica el que millones de españoles crean que yo he agredido a esa imagen, cuando no es cierto, o sea que la cosa está parada, en el aire, a mí no me han comunicado sentencia ninguna ni fallo ni pena ni nada, lo cual que lo tienen detenido.

El julio caliente de Madrid se enciende por la periferia en fogatas pacificas, bajo la urraca blanca de la luna, para pedir la libertad de expresión que tenemos, pero podemos perder. Y en el corazón del bosque ciudadano, plaza del Dos de Mayo, el 12 hay una fiesta, desde la tarde a la madrugada, en la que van a estar Alberti y toda la basca, y se fragua una cena con los militares o ex de la llamada conspiración democrática y a favor, lo que pudiéramos decir la operación antigalaxia, un encuentro en la tercera fase de la democracia, que en este país suele ser la última, mientras la libertad arborescente, teórica o no, sigue dando su floración de revistas, como hojas de colores del árbol de Alfanhuí, y ahora sale Diagonal en la Diagonal, inagotable imaginación tipográfica de los fabulosos catalanes, con Toni Riera, Antonio Miró y más gentío, lo cual que me hacen unas preguntas para el próximo número:

-¿Qué es para ti un espejo?

-El traje de noche de la muerte.

-¿Qué fantasía sexual gustas de realizar?

-Primero las realizo y luego comprendo que eran fantasías.

-¿Qué drogas tomas?

-Todas para escribir y una, que no digo, para morir.

Y en este plan.

Pero mueren revistas nuevas, Julia/ Argüelles/ lugar sin límites, espíritu burlón y juvenil de esas publicaciones, se fuma el último tabaco libre de la libertad y el paro, jadea Triunfo y reflorecen las culturas nocturnas -el teatro, la conspiración, la prostitución- porque ha nacido un clima de clandestinidad y la luna vuelve a ser el sol de los muertos/vivos, fulminados por un papel de barba. A Raphael no le alcanzaba el corazón a las notas más altas, en Florida Park, la otra noche, porque las carrozas del franquismo se ahogan, pero Franco vuelve como ausencia, ya que no como presencia. En un periódico vasco, Aztia escribe del «Madrid umbraliano», que es un Madrid, aunque Azúa no lo sepa o diga, con citación judicial en el bolsillo del chaleco de piedra. Bebo en una de esas fuentecillas de piedra y caño cortado, que sobreviven en la noche del gran Madrid escaléxtrico como tumbas alegres y dispersas del muerto pasota que sólo está dormido, y es un sabor a Madrid/60, cuando uno era un quinqui literario y vivía la esperanza de que las dictaduras se terminan. ¿Qué esperanza/ desesperanza vivimos ahora?

-Quizá, que cambien a Suárez por Landelino -me dice Paco Salve, el quinqui rojo de San Ignacio de Loyola.

-Pues peor me lo pones, tío.

Jesús Aguirre, duque de Alba, me envía cartas, artículos, cosas. Marginado o automarginado de la política (cultural), se realiza mediante el articulismo y el epistolario intelectual. Lo suyo fue otro hachazo que le pegaron a la libertad. Aurora Lezcano, marquesa de O'Reilly, me invita a inaugurar su tertulia de antaño, donde han hablado desde Aranguren a Luis Rosales. Cuando el régimen, esa tertulia era una ínsula extraña de expresión en libertad sin libertad de expresión. ¿Volvemos a lo mismo? 12 de julio, sanfermín en paz de la palabra en libertad, entraña de Malasaña, donde precisamente han nacido una expresión y un lenguaje nuevos. Estatua de elocuencia y clima, estatua de la libertad sin fianza, hay que dejar erigido en el patio crucial de Madrid ese monumento de aire contra el aire que nos falta.

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