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Portugal intenta a toda costa mantener sus relaciones con Marruecos

El primer ministro portugués, Francisco Sa Carneiro, afirmó ayer que el Gobierno de Lisboa no tuvo nunca la intención de reconocer oficialmente a la República Arabe Saharaui. Lisboa intenta mantener a toda costa sus relaciones con Marruecos, después de negociar con el Frente Polisario la liberación de quince pescadores portugueses apresados.Respondiendo a las preguntas de los periodistas que le acompañan en su visita a la isla de Madeira, el jefe del Gobierno portugués confirmó las explicaciones dadas por su ministro de Asuntos Exteriores acerca del comunicado firmado por Luis Fontoura, enviado especial, que condujo las negociaciones con el Frente Polisario para la liberación de los pescadores portugueses presos desde el 4 de julio pasado.

La tesis oficial de Lisboa es de que este comunicado, en algunos de sus términos y en su redacción, no corresponde a las orientaciones dadas por el Consejo de Ministros. La rectificación se centra concretamente sobre dos puntos: no reconocimiento formal de la República Arabe Saharaui y de su Gobierno, y no condena, de la posición de Marruecos en el conflicto, aparentemente implícita en la frase del comunicado, que se refiere a la «persistencia de la ocupación militar marroquí de los territorios de la República Arabe Saharaui».

La principal preocupación del Gobierno portugués es de evitar una reacción negativa de Rabat. El embajador portugués fue convocado por el ministro marroquí de Asuntos Exteriores e invitado a dar explicaciones acerca del comunicado. Idéntica actitud adoptó la Embajada de Marruecos en Lisboa, que solicitó una audiencia con el ministro de Asuntos Exteriores portugués. Según fuentes oficiosas, fue entregado un informe detallado dirigido al rey Hassan II, en el que Portugal, reitera su deseo de mantener y estrechar sus actuales relaciones de amistad y cooperación con Marruecos.

La Embajada de Marruecos en Lisboa se niega a cualquier comentario, esperando instrucciones, pero uno de sus funcionarios estimó «bastante satisfactorias las explicaciones de Lisboa».

Para el primer ministro, Sa Carneiro, no hay ninguna razón para que Marruecos rompa sus relaciones con Portugal, como lo hizo con todos los países que reconocen oficialmente la República Saharaui, ya que ello no aconteció ni fue siquiera pedido por el Polisario.

Sin embargo, el diario progubernamental A tarde titulaba ayer a todo lo ancho de su primera página: «El problema ahora se llama Marruecos», y el autor del comentario se interrogaba acerca del precio que Portugal tendrá que pagar por la liberación de sus quince pescadores.

Para la Prensa de oposición, si el enviado del Gobierno no cumplió cabalmente su mandato debe ser llamado a responder de sus actos, pero el interesado afirmó a su llegada a Lisboa estar convencido de que su misión consitía en liberar a los pescadores, lo que consiguió, y que «cualquier otra conclusión que se pretenda sacar de¡ comunicado conjunto carece de valor».

El Polisario no ha tomado todavía posición oficial sobre el retroceso de Portugal, pero un corresponsal portugués en Argel informa que un dirigente saharaui calificó la actitud de Lisboa de «verdadera estafa».

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