El Banco de Santander podrá emitir 30.000 millones de bonos de tesorería

La junta extraordinaria de accionistas del Banco de Santander, celebrada ayer en la capital -montañesa, aprobó autorizar una emisión de 30.000 millones de pesetas en «bonos de tesorería» canjeables por acciones del banco, emisión que se realizará en dos tramos de 15.000 millones de pesetas cada uno.

El interés que devengará la primera emisión, cuya fecha de salida al mercado se fija en principio para el día 17 de octubre próximo, será del 121,71 bruto, y estos títulos podrán canjearse por acciones del propio banco en cuatro momentos: a los seis, doce y veinticuatro meses y a los tres años desde el momento de su emisión, valorándose los bonos a la par y las acciones veinte enteros por debajo de la media que haya obtenido su cotización durante el mes anterior a la operación en la Bolsa de Madrid.Al término del tercer año de la emisión, el banco se reserva el derecho de recoger y amortizar los bonos que no hayan ejercitado el derecho al canje, abonando a los tenedores de los mismos una prima adicional de un 1 %, es decir, pagando 1.010 pesetas por cada título. La cifra máxima que se podrá suscribir por persona queda limitada a un millón de pesetas, y los representantes del banco manifestaron que no esperan tener que acudir a ampliaciones de capital para conseguir las acciones necesarias para realizar el canje de bonos en acciones, ya que esperan que sean las carteras de las propias filiales y las acciones que se compren en bolsa quienes suministren el número de rótulos suficientes como para realizar esta operación.

El presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, en su intervención ante la junta extraordinaria de accionistas se refirió al tema de los dividendos bancarios manifestando su personal convencimiento de que el decreto Larraz, de diciembre de 1941, por el que se limitan las posibilidades de repartir dividendos a las entidades bancarias a un 6% de sus recursos propios, terminará su vigencia en 1980. Asimismo, solicitó que la imposibilidad de distribuir beneficios, o incrementar los dividendos que vienen repartiendo diversos bancos por su peculiar situación financiera, no sea impedimento ,para quienes puedan incrementar las derramas que vienen repartiendo a sus accionistas. El señor Botín, a lo largo de su intervención, manifestó que siempre se había mostrado favorable a la entrada de la banca extranjera en España, siempre y cuando las condiciones que cuenten estas entidades no sean más favorables que las de los bancos del país, e insistió en el tema de la repatriación de beneficios que acostumbra a realizar la banca foránea.

El ejercicio 1980

El presidente del Santander expuso un avance de la marcha del banco en los ocho primeros meses del presente año, indicando que los depósitos de clientes al 31 de agosto pasado sumaban 492.000 millones de pesetas, con un avance sobre los de fin de 1979 del 11,62%. También resaltó que en igual fecha, el avance del total de la banca representaba el 9,67%. Igualmente puso de manifiesto el importante trasvase de recursos desde los depósitos a la vista hacia los constituidos a plazo fijo, cuyo coste es muy superior. Como ejemplo citó el hecho de que las imposiciones a plazo en el Banco de Santander en el año 1975 representaban el 25,3% del total de los depósitos, mientras que a 31 de agosto último equivalían al 46,38 %. La cartera de efectos del Santander a finales del pasado mes de agosto sumaba 260.000 millones de pesetas, con un aumento del 9,22% sobre las cifras de diciembre último. Emilio Botín hizo un especial hincapié en el importante aumento de la partida de gastos del banco, que en los ocho primeros meses del año se había incrementado en la rúbrica de gastos de personal en un 18,47%, y en la de material el incremento observado había sido de un 26,43 %.