Apertura de la 35ª Asamblea General de las Naciones Unidas
Afganistán, Oriente Próximo, sureste asiático y los problemas generales de las relaciones entre países industrializados y países en vías de desarrollo constituyen el temario principal de la 35ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que ayer inauguró sus sesiones en Nueva York. El acontecimiento más esperado por los observadores es el encuentro que celebrarán el próximo 25 de septiembre los responsables de Asuntos Exteriores de EE UU y de la URSS, Edmund Muskie y Andrei Gromyko, respectivamente, aprovechando la asistencia de este último a la Asamblea General.
Los cuatro primeros días de la sesión se dedican a asuntos de organización. Como estaba previsto, fue elegido presidente de esta asamblea el representante de la República Federal de Alemania, el barón Ruediger von Wechmar, único candidato después de la retirada, negociada, del embajador de España en la ONU, Jaime de Piniés, que también aspiraba al puesto.Los verdaderos trabajos comenzarán a partir del próximo lunes, día 22, con los discursos de los representantes de los países más importantes de la escena política internacional. Estados Unidos abrirá la brecha, seguido de la URSS y de los principales países de Europa occidental. No se espera la presencia de figuras de primer orden en una asamblea que verá desfilar a la mayoría de países miembros representados a nivel de ministros de Asuntos Exteriores.
José Pedro Pérez-Llorca, nuevo ministro español de Asuntos Exteriores, tomará la palabra ante la asamblea el lunes 22, con un discurso general sobre la política exterior española. El jefe de la diplomacia española aprovechará su estancia en Nueva York para una serie de contactos bilaterales, entre los que destacan los inicialmente programados con Edmund Muskie, secretario de Estado de EE UU; Andrei Gromyko, ministro soviético de Asuntos Exteriores; Lord Carringhton, ministro británico de Asuntos Exteriores, y la mayoría de los cancilleres latinoamericanos.
Al margen de los discursos ante la Asamblea, el foro de Naciones Unidas es tradicionalmente utilizado para la política de pasillo, con múltiples encuentros bilaterales entre representantes de países miembros de la ONU. La entrevista Muskie-Gromyko, prevista para el jueves 25 de septiembre, centra la atención.
Washington y Moscú buscan indiscutiblemente una salida a sus relaciones diplomáticas, parcialmente enturbiadas desde la intervención militar soviética en Afganistán, a últimos de 1979. Gromyko y Muskie tratarán también de las próximas negociaciones para una limitación de armamento nuclear en el escenario europeo.
El bloque de países árabes, discretamente apoyado por los países de Europa occidental, recordarán la necesidad de una solución en el conflicto árabe-israelí, que tenga en cuenta los derechos del pueblo palestino. La ONU dedicó una asamblea extraordinaria al tema, el pasado mes de julio, aprobando una resolución propalestina que fijó la fecha del próximo 15 de noviembre para una retirada de Israel de todos los territorios árabes ocupados desde 1967.
Nuevo Estado miembro
San Vicente y las Granadinas, un conjunto de pequeñas islas de las Antillas menores, con unos cuatrocientos kilómetros cuadrados, en el Caribe, es desde ayer el país número 154 de las Naciones Unidas.En la apertura de la 35 sesión de la Asamblea General, iniciada ayer tarde en Nueva York, se procedió a la admisión formal del nuevo país, de unos 100.000 habitantes, ex colonia inglesa y hasta ahora con autonomía.
San Vicente y las Granadinas fueron descubiertas por Cristóbal Colón en 1498, permaneciendo en manos de sus primitivos habitantes, los indios caribes, hasta principios del siglo XVII, en que se establecieron los franceses y posteriormente los ingleses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.