Inquietud occidental sobre el abastecimiento petrolífero

Los responsables económicos occidentales empiezan a estar inquietos ante las consecuencias de la guerra entre Irak e Irán -que entra en su cuarta semana-, a pesar de la serenidad que aparentan con relación al aprovisionamiento de petróleo a breve plazo. Mientras tanto, los ministros de Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait y Qatar han mantenido una reunión en Taef (Arabia Saudí), en la que han estudiado la posibilidad de aumentar su producción petrolera.En todos los países occidentales las reservas de crudos se encuentran aún a niveles que suponen un récord, lo que les permite cubrir entre 110 y 130 días de consumo. Incluso petroleros que están en camino hacia Europa, desde el golfo Pérsico, han recibido órdenes de aminorar su marcha para retrasar su llegada con nuevas reservas,

Debido a la duración que representa el viaje desde la zona citada a Occidente, cerca de cuarenta días, los países consumidores aún no se han resentido de los efectos de la interrupción de la producción petrolera por parte de Irak e Irán desde el 26 de septiembre. Esto supone una pérdida total diaria de cerca de cuatro millones de barriles de petróleo para el aprovisionamiento mundial de crudos.

Hasta ahora los mercados han mantenido su sangre fría y no se ha producido un vertiginoso aumento de los precios semejante al que siguió a la interrupción de las exportaciones iraníes a finales de 1978.

Sin embargo, ya existe un relativo déficit de petróleo, incluso teniendo en cuenta el aumento de producción que han llevado a cabo algunos países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), especialmente Arabia Saudí. Este aumento ha sido calculado alrededor de 1,5 millones de barriles de petróleo diarios.

Pero si la situación es inquietante hoy, será grave si Irak e Irán no reanudan sus exportaciones antes de Navidad, según los expertos de las compañías petroleras.

A falta de expertos sobre el lugar de laguerra, nadie en Europa se atreve a aventurar sobre el plazo necesario para poner en marcha las instalaciones petroleras dañadas por la guerra. En una alusión a las relaciones entre Irak y la URSS, el consejero de un ministro francés dijo, con relación a esta cuestión: «Los soviéticos lo saben, pero no hacen confidencias».

Mientras en Europa se hacen estas especulaciones, en Taef (Arabia Saudí) se reunieron, el viernes por la noche, con suma discreción, los ministros de Petróleo de Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos y Qatar, para estudiar las consecuencias de la interrupción de las exportaciones iraníes e iraquíes. En esta reunión fue abordada la eventualidad de un posible aumento de las exportaciones.

Tras haberse puesto de acuerdo sobre las repercusiones del conflicto, los ministros del Petróleo decidieron «adoptar las disposiciones necesarias» para hacer frente a una posible carencia de crudos en el mercado internacional.

Según los círculos petroleros de Nueva York, la ARAMCO, consorcio norteamericano-saudí, habría aumentado ya su producción en 700.000 barriles diarios.