El sínodo sobre la familia concluye hoy con un documento final de carácter secreto

Esta mañana se clausura oficial y solemnemente el V Sínodo General de Obispos, que durante un mes exacto ha estudiado el tema de «la familia cristiana en el mundo contemporáneo». Ayer, la última congregación general empezó con una oración por los niños españoles muertos en el trágico accidente, y el papa Juan Pablo II celebró la misa por los niños, acompañado por dos de los obispos españoles asistentes al sínodo.

Del Vaticano salió también para el obispo de Bilbao un telegrama del secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, que decía textualmente: «Santo Padre ha recibido con profunda pena triste noticia explosión que ha causado tan numerosas víctimas entre población escolar Ortuella. Expresa a usted y familias sentida participación grave luto y acompaña ofrecimiento sufragios por difuntos rogando al Señor por pronto restablecimiento heridos. Envía su palabra y cordial aliento e imparte a cuantos sufren esta dolorosa circunstancia afectuosa bendición».

Ceremonia solemne

La ceremonia que pondrá punto final a este sínodo, que ha reunido a más de doscientos obispos de todos los continentes, será muy solemne y recordará en parte la clausura del Concilio Vaticano II. En realidad, se trata del primer sínodo general celebrado durante este pontificado. A las nueve de la mañana, el sínodo recibirá al Papa en la capilla Sixtina. Los presidentes del sínodo le saludaron con unas palabras. Ante la presencia del Papa se leerá el mensaje que el sínodo dirige a todas las familias del mundo y cuyo texto ha sido aprobado por votación secreta por todos los participantes. Después, Juan Pablo II pronunciará un discurso que se espera con mucha atención, ya que del documento final del sínodo la opinión pública no se enterará. Queda secreto. El Papa podría, en su discurso, revelar algunas de las conclusiones aprobadas ayer tarde por voto secreto.Puesto que este sínodo ha sido también consultivo y no deliberativo, porque el papa Wojtyla no ha cambiado el reglamento para darle más peso, como algunos se esperaban, en realidad el documento final es sólo un material que el Papa estudiará y, al parecer, le servirá como base para un documento que publicará con su nombre y autoridad.

Desmienten las divergencias

Mientras tanto, el cardenal argentino Primatesta ha desmentido que en el sínodo se hayan dado divergencias en cuanto a la problemática de la familia, sobre la que «todos estuvieron de acuerdo». Lógicamente, el cardenal debió referirse a algunos temas de fondo indiscutibles, porque por lo que se refiere a los puntos de conflicto es innegable que hubo un debate muy serio y, a veces, muy duro. Durante una de las sesiones, por ejemplo, se levantaron, uno detrás de otro, cuatro obispos africanos para acusar de «neocolonialismo». Algunos miembros de la curia y varios obispos extranjeros declararon a EL PAIS que ha habido puntos de vista muy divergentes y hasta opuestos por lo que se refiere a ciertas interpretaciones de la encíclica Humanae vitae y acerca de la línea pastoral sobre el tema del divorcio, y por lo que se refiere a las familias, con sus hijos, invitadas al sínodo, más de un obispo ha declarado que parecían sacristanes más que peritos, y que esta experiencia planteaba el problema del diálogo de lo obispos en el mundo de los seglares.