Esta
es una breve historia familiar: un joven de dieciocho años fue detenido en Alicante por estar en posesión de anfetaminas en plena calle. En comisaría recibió el primer castigo físico por su acción: se lo propinó su abogado defensor. Era su tío, y no pudo reprimirse al acudir a defender a su cliente, que le había requerido a través de la policía. Los agentes evitaron la paliza. El incidente ocurrió este fin de semana. Las autoridades no han facilitado nombres.
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